TODO ES POSIBLE EN PUMARÍN (76-56)
El Liberbank Oviedo Baloncesto destrozó al Covirán Granada en un último cuarto mágico, superando asimismo un arbitraje adverso. Llorente, Arteaga y Ahonen lideraron la victoria ovetense.
Liberbank Oviedo Baloncesto 76 (17-20-17-22): Roope Ahonen (13), Oliver Arteaga (13), Rolandas Jakstas (9), Davis Geks (3) e Ignacio Rosa (3) – cinco inicial – Joey Van Zegeren (4), Víctor Pérez (2), Sergio Llorente (21), Alonso Meana (4) y Steven Spieth (4).
Covirán Granada 56 (18-16-17-5): Manu Rodríguez (4), Guille Rubio (17), Joan Pardina (4), David Iriarte (1) y Carlos Cobos (8) – cinco inicial – Eloy Almazán (0), Carlos Corts (0), Josep Pérez (13), Devin Wright (2) y Sergio Olmos (7).
Incidencias: muy buena entrada en el Polideportivo de Pumarín.
Árbitros: Yasmina Alcaraz, Jorge Muñoz y Rodrigo Garvín. Eliminaron por personales a Davis Geks, Sergio Olmos y Manu Rodríguez, además de señalizar falta técnica a Javi Rodríguez por protestar. Tras acribillar a faltas al equipo ovetense durante los tres primeros cuartos, en el último periodo compensaron descaradamente pitándole todas las faltas que no habían pitado hasta entonces al Covirán Granada.
Dice una canción que “Todo es posible en Granada”, pero nada comparado con las cosas maravillosas que pueden suceder, y de hecho suceden, en el Polideportivo de Pumarín, escenario de múltiples gestas y proezas en los últimos años, que han hecho de la coqueta instalación ovetense una cancha temida para cualquier equipo que la visite.
El pasado sábado fue un nuevo ejemplo de lo que significa jugar en este particular fortín. El Liberbank Oviedo Baloncesto se sobrepuso a un duro rival como el Covirán Granada y a un adverso arbitraje para imponerse por 76-56, tras un último cuarto primoroso en el que los ovetenses destrozaron a su oponente por un parcial primoroso de 22-5.
En la rueda de prensa posterior al encuentro, el técnico local, Javi Rodríguez, alababa la intensidad puesta sobre el parqué por sus jugadores los 40 minutos del partido. Esa fue una de las claves para la victoria ovetense, así como la actuación del tridente formado por Llorente, Arteaga y Ahonen.
Los granadinos comenzaron fuertes, gracias al acierto de Pardina y Rubio, yéndose de 5 puntos (2-7), pero el Liberbank no tardó en dar la réplica con un parcial de 9-0. Con la igualdad en el marcador, llegaba el primer golpe para las aspiraciones locales con las tres faltas casi consecutivas de Joey Van Zegeren, que dejaron al center holandés inédito durante una buena parte del partido.
Tras el primer cuarto que fue ganado por la mínima por el equipo de Pablo Pin, Sergio Llorente destapó el tarro de las esencias con tres triples consecutivos. El parcial de 11-0 lo completó una acción de Jakstas (28-18). Guille Rubio se echó al cuadro rojinegro a sus espaldas, con una serie de 6 puntos. Un triple de Carlos Cobos obligaba a Javi Rodríguez a detener el juego (33-30).
Tras los reajustes tácticos, llegó una antideportiva a Sergio Olmos, pero la situación no cambió demasiado hasta que llegó el descanso con el 37-34 en el electrónico.
En el tercer periodo el desequilibrio en el capítulo de faltas, en el que el Liberbank Oviedo salía como claro perjudicado, se agudizó aún más. Geks se puso rápidamente con 4 personales, luego fue el turno de Jakstas… llegando un momento en el que el balance de faltas era de 20 a 9. Javi Rodríguez se llevó una técnica por protestar la cuarta falta del lituano. Pumarín estallaba en protestas convertidas la gradas en un clamor.
Pese a todo, el conjunto carbayón se las arreglaba para ir dominando el numerador con cortas rentas, pegando pequeños tirones que le permitían respirar ante la pesada carga de las faltas personales. Roope Ahonen, que demostró su compromiso con el OCB renunciando a ir con la selección de Finlandia, cerró el cuarto con una canasta que ponía el 54-51.
En el último periodo se desataría la tormenta sobre el Covirán Granada. La defensa ovetense puso cerrojos sobre su aro, permitiendo tan solo un tiro libre de Josep Pérez en 7 minutos. En ataque Arteaga y Llorente seguían haciendo daño a los de Pablo Pin.
Un triple de Davis Geks culminaba un sensacional parcial de 16-1, sellando la victoria aunque aun restaran 3 minutos por jugar (70-52). En este último cuarto el criterio arbitral dio un giro de 180 grados, las personales les llovían ahora a los granadinos, cosas del “Efecto Compensating”…
Dos nuevos triples de Alonso Meana y Sergio Llorente pusieron el colofón a una magnifica victoria de un Liberbank Oviedo que supera en el basket average al cuadro granadino.
Sergio Llorente despachó un encuentro formidable, con 21 puntos, 4/5 en triples, 4 rebotes y 23 de valoración. Oliver Arteaga sumó un doble-doble, con 13 puntos y 10 rechaces, mientras otros destacados fueron Roope Ahonen (13 puntos y 3/6 en triples) o Rolandas Jakstas (9 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias).
En el bando perdedor, cabe destacar la actuación de Guille Rubio, con 17 puntos, acompañado de Josep Pérez (13 tantos) como únicos jugadores del Covirán Granada que superaron la decena de puntos.
(Crónica: F. Gayo/Fotos interiores: Tania Fernández/OCB)