“To be continued”. Esa era la frase con la que concluían los capítulos de las series hace décadas. Los espectadores tenían que esperar una semana para saber si el bueno, por fin, derrotaba al malo o surgía algún otro imprevisto. Eran otros tiempos y no existían las plataformas por internet donde podemos ver temporadas completas en una sola tarde.

Pues la situación en la que se encuentra la LEB Oro a 21 de abril del 2020, y por ende el resto de competiciones FEB, recuerda mucho a tiempo pretéritos con un escenario donde cada parte está enrocada en sus intereses particulares, léase los 18 clubes de la competición, que demuestran un total egoísmo, cada uno mirando por sus propios intereses. Por otra parte, la todopoderosa FEB demuestra poca autoridad y nula iniciativa, además de hacer fehaciente el poco cuidado que pone a su máxima competición, ni que decir al resto de ligas, postureos aparte.

La reunión telemática celebrada ayer lunes entre los 18 clubes y la propia FEB no trajo ninguna resolución que desbloquee la situación actual. El cuentagotas de los días sigue pasando sin prisa pero sin pausa y ya metidos en la segunda quincena de abril, los aficionados que pagan religiosamente sus entradas, o abonos o los patrocinadores que desembolsan importantes cantidades para que las ilusiones de 18 proyectos sigan adelante, no tienen ninguna certeza sobre cómo ni cuándo terminará esta desgraciada temporada 2019-20.

En la reunión de ayer la FEB estuvo representada por Óscar Graefenhain, director general; Gabriel Rodríguez de la Paz, secretario general, y la ex internacional Elisa Aguilar, directora de competiciones. Jorge Garbajosa, máximo mandatario del organismo federativo, ni estuvo ni se le esperaba.

El cuestionario entregado en la anterior reunión donde los clubes debían de elegir una posible solución a este conflicto, no sirvió absolutamente para nada. Hasta tal punto, que en la nueva reunión pautada para este próximo jueves al mediodía, está previsto que se les entregue a los clubes un nuevo cuestionario. Un verdadero esperpento.

Existen varios puntos de desacuerdo con posturas inamovibles. Por una parte, la cuestión de los ascensos a Liga Endesa, teniendo en cuenta que no habrá descensos de ésta a LEB Oro, tras lo acordado ayer en la respectiva reunión mantenida por la Liga ACB.

Carramimbre CBC Valladolid y Delteco Gipuzkoa, los dos primeros clasificados de la liga cuando se produjo el parón por la pandemia del COVID-19, defienden su derecho a subir a una Liga Endesa, que entonces pasaría a tener 20 equipos con las negativas consecuencias que esto tendría para un calendario ya de por sí sobrecargado.

Pero otros equipos como Leche Río Breogán también quieren hacer valer su derecho al dirimir al menos una de las posibles plazas de ascenso en una fase como la que el propio club lucense planteó en estas reuniones.

Lo que sí parece claro es que no se van a producir descensos de LEB Oro a LEB Plata, posiblemente el único tema sobre el que existe unanimidad total entre los 18 clubes, aunque faltaría por ver si están tan de acuerdo los equipos de LEB Plata que tenían series intenciones de subir de categoría.

Otro aspecto que no convence a la mayoría de implicados es una posible reanudación de la competición, por las importantes consecuencias económicas que ello acarrearía.  Sea como sea, el futuro sigue siendo incierto para unas competiciones que la próxima temporada pueden afrontar serias dificultades visto el panorama socioeconómico que está dejando el coronavirus. A ver qué ocurre en el próximo capítulo de este apasionante serial, que batiría a Dallas o Falcon Crest en los índices de audiencia.

(Artículo: F. Gayo)