UNIÓN FINANCIERA BALONCESTO OVIEDO (85): Pérez.D (11), Rodríguez.M (14), Löfberg.J (7), Salvó.M (12), Hernández-Sonseca.E (13) –quinteto inicial- Sans.A (3), Martinez.C (-), Santana.F (10),  Pérez.V (4), Jesperson.P (6), Dos Anjos.F (4), Barro.M (1).

OURENSE PROVINCIA TERMAL (92): Díaz.C (21), Hittle.K (3), Mitrovic.N (19), Flis.D (3), Guerra.F (14)  –quinteto inicial- Jukic.Z (5),  Fernández.T (-), Rodríguez.M (2), Kapelan.D (15), Wright.D (10).

PARCIALES: (18-24) ; (36-49) ; (53-73); (85-92).

No voy a hacer más sangre. Hay un partido el domingo que hay que ganar si o si y no se debe pensar  en otra cosa. Se ha perdido el factor cancha, es una realidad, algo de momento irrevertible que pasa por, como ya he dicho, empetar la serie el domingo y forzar un cuarto o un quinto encuentro en Orense aunque, la imagen dada ayer, es poco alentadora.

Salió el Unión Financiera Baloncesto Oviedo con una relajación impropia acorde a la situación. Ya desde el minuto 1, Pumarín se dio cuenta de que algo fallaba, la desconexión ofensiva del equipo fue trágica y se iba agravando con los minutos, ni siquiera los cambios surgieron efecto. Un espectacular Christian Díaz guiaría a los suyos en un cuarto que comenzó a decantar la balanza hacia los visitantes, que no fallaban.

En el segundo cuarto mas de lo mismo. Fran Guerra estaba imparable, y ni siquiera las continuas faltas que sufrió el pivot canario le hicieron amedretarse. Moha Barro volvió a hacerse pequeño ante todo un capitán general de la LEB Oro. Entre tanto, a la fiesta de Christian Díaz se sumó Diego Kapelan. Mi tocayo multiusos fue un auténtico quebradero de cabeza, junto con Nemanja Mitrovic, desde el el perímetro y desde la distancia de los 5-6 metros. A pesar de que la diferencia llegó a ser de 17 puntos en este segundo cuarto, los locales tiraron de orgullo para acercarse en el electrónico, 36-49.

El buffet libre de defensas de Gonzalo Garcia de Vitoria culminaría en el tercer cuarto. Con Oviedo aún mas desenchufado en ataque, los gallegos no perdonaron la oportunidad de agrandar la herida y se llegaron a distanciar hasta los 20 puntos en un partido que ya se daba por perdido. Con un 53-73 nos iríamos al descanso del tercer asalto.

Oviedo estaba sobre la lona y Pumarín enmudeció. Todos los conatos de reacción de Oviedo fueron simultáneamente cortados desde el banquillo de Orense. Tan solo una tímida reacción a falta de un minuto pudo maquillar el resultado para poner el 85-92 con el que se llegaría al final del partido.

Duro golpe al proyecto del Unión Financiera Baloncesto Oviedo que deberá ganar el domingo y asaltar el fortín de Orense si quiere seguir vivo en la lucha por el ascenso a la Liga Endesa.

(Crónica: Diego González/Fotos: Hugo Álvarez/OCB)