SOBRADAMENTE PREPARADOS PARA DERROTAR AL “VIRUS DEL DESCENSO”
A falta de conocer si se reanuda o no la competición, la plantilla del Liberbank Oviedo Baloncesto tiene mimbres suficientes para afrontar con éxito la pelea por la permanencia.
El escenario extraordinario que vive el deporte mundial en la actualidad debido al coronavirus nos tiene a todos muy pendientes de las noticias y centrados en superar esta situación lo más rápidamente posible. Obviamente lo más importante en estos momentos es preservar la salud de los ciudadanos y salir de este problema con la solidaridad y la responsabilidad por bandera.
Aun no sabemos lo que ocurrirá con todas las competiciones deportivas, en general, y baloncestísticas, en particular, pero en Asturbasket queremos ser un poco optimistas y pensar que tarde o temprano volveremos a la normalidad. En espera de que el balón vuelva a golpear contra el parqué con ese sonido mágico, desarrollamos un artículo que ya teníamos pensado antes de que la crisis por el coronavirus estallara.
El Liberbank Oviedo Baloncesto conseguía, coincidiendo con el estreno de Natxo Lezkano como máximo responsable del banquillo ovetense, un valioso triunfo ante el Leyma Coruña que dejaba su balance en 8 partidos ganados y 16 perdidos.
El técnico vasco tiene a su disposición una plantilla amplia de 12 jugadores, que tras los múltiples retoques realizados, con 4 altas y 3 bajas, combina veteranía y juventud en un completo coctel que le permite luchar con garantías por la permanencia.
En situaciones como las que vive el club carbayón, la experiencia es más que un grado y de ella va bien servida un Liberbank que acumula entre sus 12 jugadores un total de 47 temporadas en LEB Oro y 6 campañas en Liga ACB. Todo el plantel del conjunto de Natxo Lezkano a excepción de Davis Geks, Matti Nuutinen y Francis Alonso, poseen además experiencia en LEB Plata.
Analizando caso por caso, Oliver Arteaga es el jugador con más horas de vuelo en la categoría dorada con 11 temporadas en la misma, incluso cuando se llamaba simplemente LEB, repartidas entre Zaragoza, Tenerife, GBC, Palencia, Breogán, Menorca, de nuevo Palencia, Navarra, Melilla y dos en el OCB. Además el center de la isla de Hierro, ha jugado un año en Zaragoza y dos en Manresa en la Liga ACB.
El capitán Víctor Pérez es otro de los hombres con más años de carrera en la LEB Oro, ya que el sevillano acumula 6 temporadas en Pumarín más otra que pasó en el Basket Navarra antes de convertirse en un buque insignia para la afición ovetense. En total, 7 ejercicios en la LEB Oro para él.
Otro hombre que ya lleva 7 temporadas en la categoría es Devin Wright con estaciones en Alcázar, Andorra, Melilla (dos años), Breogán, Ourense y Granada. Por su parte, Sergio Llorente reparte buena parte de su carrera entre los 5 años pasados en la LEB Oro (Huesca, Lleida, Palma, Breogán y Oviedo el año pasado) y 2 en la Liga ACB, el primero en Bilbao Basket y el segundo entre Fuenlabrada y Murcia.
El base Jorge Sanz ya va sumando también un buen número de temporadas en la LEB Oro, cinco en concreto repartidas entre Huesca, 2 en Melilla, Coruña y Palencia. La temporada que estuvo en Huesca la terminó en el Fuenlabrada de Liga ACB, categoría en la que había debutado en las filas del Obradoiro de Moncho Fernández.
El siguiente jugador, por orden de batalla, es Álex Reyes. El alero vallisoletano ya acumula, pese a su juventud, 4 temporadas en la LEB Oro: 2 en el Clavijo y otras 2 en el CBC Valladolid, de donde llegó el pasado verano para fichar por el Liberbank.
El lituano Rolandas Jakstas tiene en su haber 3 temporadas completas en la competición dorada, 2 de ellas en Cáceres y la pasada en tierras ovetenses. Con dos temporadas, ambas en Oviedo, está el letón Davis Geks, mientras que el finlandés Matti Nuutinen debutó en la liga la pasada temporada en las filas del equipo dirigido entonces por Javi Rodríguez.
El último jugador en llegar a Pumarín, Nick Washburn, ha jugado dos años en esta liga (Huesca y Castellón). Los únicos hombres que no tienen experiencia en “grandes ligas” son José Antonio Blázquez y Francis Alonso, no por casualidad los más jóvenes del equipo azul. En el caso de Blázquez, hasta esta temporada lo más arriba que había jugado había sido en LEB Plata (1 temporada en Albacete y 2 en La Roda), mientras que Alonso comenzó esta campaña en el Montakit Fuenlabrada, aunque apenas jugó a causa de una lesión. El exterior malagueño había pasado un curso en el Cushing Academy colegial y otros cuatro en UNC Greensboro antes de regresar a un Unicaja donde sí tuvo su oportunidad en el filial de Liga EBA previamente a su aventura americana.
Así pues, si la competición se reanuda cabe ser optimistas. Además de un cuerpo técnico de primer nivel, el Liberbank cuenta con una plantilla sobradamente preparada para derrotar al “virus del descenso”. Eso sí, primero habrá que superar al coronavirus. Seguro que entre todos lo conseguimos.
(Artículo: F. Gayo/Fotos: Tania Fernández/OCB)