El baloncesto volvió en Pumarín y lo hizo a lo grande con un partidazo entre Unicaja Banco Oviedo y Easycharger Palencia, dos equipos que regresaban a la competición tras sus respectivos brotes de covid-19. Además de para recuperar el ritmo de competición, este encuentro servía a unos y otros para intentar resarcirse de las derrotas de sus respectivos últimos partidos, los ovetenses en Huesca y los palentinos en casa ante Girona.

Oviedo y Palencia, Palencia y Oviedo. Tanto monta, monta tanto. Dos clubs que año tras año, desde aquel debut azul en LEB Oro en la temporada 2013-14, vez cruzadas sus trayectorias en imborrables partidos de liga regular o en apasionantes series de playoffs. En esta ocasión, el encuentro tampoco defraudó y ofreció emociones no aptas para cardiacos durante los 45 minutos que duró el mismo.

El primer cuarto sirvió de tanteo, de intercambio de golpes a través de la eficacia anotadora de unos y otros, sobre todo en los primeros 7 minutos (14-16). Posteriormente el Unicaja ya comenzó a ajustar su defensa, encareciendo mucho las canastas palentinas.

Lamentablemente el conjunto local perdió en ataque lo que ganó en defensa, sobre todo a raíz de que se sentara Harald Frey. Ni con Alberto Martín ni con Alonso Meana se encontró claridad en el juego de ataque, mientras el partido derivaba ahora a un toma y daca de buenas acciones defensivas, con ventajas mínimas para cualquiera de los dos equipos. Antes de esta fase más de trincheras, se había producido el curioso estreno en Pumarín de Anthony Elechi con un triple afortunado a tabla que no tuvo continuidad.

Noah Allen destacaba en la anotación del Easycharger Palencia, mientras que Frey era el más acertado en ataque por parte de los ovetenses. Le tomó el relevo un motivadísimo Sean McDonnell, un hombre que se gana un pedacito más de Pumarín en cada partido y que contagia a todos con su ímpetu bien entendido, aportando generosamente tanto en puntos como en rebotes. Una canasta suya sirvió para poner el epílogo a un primer tiempo correoso (30-29).

Quedaba aún mucha batalla por delante, ¿o más bien habría que decir que varias batallas? Palencia pareció entrar mejor en pista tras el paso por vestuarios, pero afortunadamente el Unicaja reaccionó rápido de la mano de Kabasélé, Frey y McDonnell (36-37). Palencia, con la importante ausencia de Dani Rodríguez, encontró a su jugador franquicia en la figura del ex OCB Micah Speight, que sería uno de los grandes protagonistas del encuentro con una actuación soberbia. El base estadounidense comenzó a hacer de las suyas, sumando canastas desde todas las posiciones y liderando a su equipo para mandar en el electrónico con cortas rentas. Speight llegaba a los 16 puntos para poner a los suyos por delante una vez más con un triple, pero McDonnell contestaba con otro acierto de 3 puntos (44-42).

El choque ganaba en intensidad, se volvía eléctrico por momentos. Ese triple de McDonnell iniciaría un parcial de 12-0 a caballo entre los periodos tercero y cuarto. La defensa visitante se relajó y Frey y Martín hicieron daño en el mentón palentino (53-42). Pedro Rivero pulsaba el botón del pánico, sus hombres necesitaban aclarar sus ideas si no querían perder el partido por la vía rápida. El técnico del Palencia optó por un quinteto lleno de “bajitos” y la jugada le salió perfecta. En un visto y no visto el Unicaja encajaba un parcial de 0-11 e incluso de nuevo Speight ponía por delante a su equipo con un triple (55-56).

Natxo Lezkano retocó su quinteto y encontró la solución de la mano de los puntos de Frey y McDonnell, a la par que ordenó a los suyos volcarse en tareas defensivas. El rebote ya tenía marcado color azul (terminaría con un saldo de 50 a 37 a favor del OCB), pero Mathieu Kamba se empeñó a jugar al basket él solito, fallando varios ataques llenos de pésimas decisiones. El alero congoleño estuvo cerca de cercenar las opciones de victoria de su equipo, pero por suerte había cabezas mejor amuebladas sobre el parqué, como las de Frey o Kabasélé, de nuevo enorme el center congoleño, para sacar esos puntos de oro en esos instantes dramáticos.

Speight, siempre él, seguía como un martillo pilón, otra vez sus aciertos dando rentas a su equipo (63-65). Se entraba en el último minuto y Kamba pareció redimirse con una canasta clave tras rebote ofensivo y un posterior tapón sobre el intento triple de Allen. Pero en la continuación de esta última jugada el propio Allen recibió personal. La última posesión, con empate a 65 y 13 segundos por jugar, sería para el Palencia. Se la jugó de 3 el propio Speight, más su lanzamiento no entró.

La prórroga decidiría el ganador del duelo. Los visitantes entraron con mejor pie, mientras Kamba volvía a las andadas fallando 3 de 6 tiros libres. Llegó el momento del Rey Harald. El base noruego fue determinante para el desenlace de la prórroga. Primero le sacó una falta en ataque a Speight, luego sumó una canasta y clavó un triple. La victoria se acercaba, se tocaba con los dedos (73-69). Otro minuto final para el último arreón palentino. El letón Blumbergs recortó a dos puntos la diferencia, pero Kabasélé acertó sus dos tiros libres (75-71). Chumi Ortega sacó un 2+1 en un despiste defensivo, replicado por otro dos libres de Frey (77-74). Palencia aún podía forzar un nuevo empate y la tuvo con un triple liberado de Blumbergs, pero en esta ocasión el ala-pívot báltico no estuvo acertado. Dos tiros libres de McDonnell pusieron la puntilla a la novena victoria de un Unicaja que lo celebró a lo grande con su afición.

Tres figuras tuvo el OCB en el encuentro: Sean McDonnell con un doble-doble gracias a sus 19 puntos, 13 rebotes, 3/4 en triples y 28 de valoracion; Harald Frey con 18 puntos, 4 asistencias y 7/8 en tiros libres y Hervé Kabasélé con otro doble-doble merced a sus 11 puntos y 11 capturas. Además, Mathieu Kamba aportó 15 tantos y 7 rebotes y Oliver Arteaga, que cumplió 39 años pero parece que tenga la mitad, otras 10 unidades y 8 rechaces.

Por el Easycharger Palencia, destacar indudablemente a Micah Speight, autor de 28 puntos, 4 pases de canasta y 4/9 en triples. Le acompañaron Noah Allen (11+10), Roberts Blumbergs (11) y Bamba Fall (8+7). Pedro Rivero se quejó amargamente en la rueda de prensa posterior por la diferencia en tiros libres: 31 por 11 a favor de los carbayones.

(Crónica: F. Gayo/Fotos: Marcos Granda/OCB)