La reunión telemática celebrada ayer entre los 18 clubes de la LEB Oro y la FEB no aportó ninguna solución. Todo lo contrario, el egoísmo y la falta de previsión parecen conducir a una situación realmente complicada para el baloncesto español.

Ayer tenía lugar una esperada reunión telemática entre los 18 clubes de la LEB Oro y la Federación Española de Baloncesto, con el objetivo de acercar posturas para adoptar una resolución a la problemática planteada por la pandemia del coronavirus, que ha obligado a detener todas las competiciones. Por cierto, dicha problemática es extensible al resto de competiciones organizadas por la FEB, es decir Liga Femenina, LEB Plata, Liga Femenina 2 y Liga EBA, pero estas competiciones parecen quedar supeditadas a lo que ocurra con la LEB Oro, algo obvio en las masculinas pero no tanto en las femeninas, aunque se supone que la futura decisión que se adopte para la LEB Oro se haga extensible para el resto de competiciones.

En dicha reunión telemática no estuvo presente, de forma más que sorprendente, el máximo mandatario de la FEB, Jorge Garbajosa, volviendo a poner de manifiesto la escasa preocupación que parece tener el organismo federativo que rige el baloncesto nacional con las competiciones que él mismo organiza.

Tanto los clubes como la propia FEB expusieron sus posturas y debatieron las diferentes opciones a tomar para dar una resolución a esta situación, pero finalmente no se tomó ninguna decisión firme, dejando en la misma incertidumbre a todos los estamentos involucrados aparte de los ya mencionados: jugadores, entrenadores, personal, agentes, medios de comunicación y, sobre todo, aficionados, ese segmento que muchos dicen querer y cuidar pero que al final de cuentas suele ser el gran olvidado en cualquier tipo de conflicto.

Como principal medida a tomar se ha establecido un calendario de reuniones (que no falten en este bendito país las recurrentes reuniones), siendo la próxima a celebrar el próximo lunes. Hay que recordar que el plazo de suspensión de las competiciones FEB ya terminó el pasado domingo 12, por lo que actualmente se encuentran en un extraño limbo, un agujero de gusano del que esperamos que se salga antes de que queden absorbidas por la materia oscura.

A los 18 clubes de la LEB Oro se les entregó un cuestionario para que elijan alguna de las diferentes opciones, con dos posibilidades principales: la finalización de la LEB Oro o una indemnización económica para los 18 clubes como compensación, renunciando a cambio a una posible reclamación jurídica al no haber, en este caso, ni ascensos ni descensos. En caso de optar por la finalización de la LEB Oro, hay dos escenarios posibles. El primero sería declarar la temporada 2019-20 desierta y hacer tábula rasa con la misma. En el segundo supuesto, se tomaría como clasificación final la que había el 12 de marzo pero sin que haya ni ascensos ni descensos.

Todo hace indicar, así pues, que la temporada 2019-20 no conllevará ningún descenso en las competiciones FEB, tomando fuerza la posibilidad que adelantamos en Asturbasket el pasado 6 de abril, cuando apuntamos la opción de conceder al menos algún ascenso en cada categoría, pero ningún descenso, evitando, de esa forma, la cuestión más delicada para la FEB. Con la ampliación de las diferentes categorías, se tiraría por una calle de en medio con una solución más políticamente correcta, donde habría menos partes perjudicadas.

¿SE GANA O SE PIERDE TIEMPO?

Se podría decir que de esta forma la FEB y los clubes van ganando tiempo a la espera de cómo evoluciona la situación creada por la pandemia del COVID-19, aunque esa aseveración resulta cuando menos discutible.

Es público y notorio que España es el país del mundo con mayor número de fallecidos por cada millón de habitantes, por lo que la probabilidad de contagio es realmente alta dentro de un contexto en el que el virus sigue sin estar controlado. Esta situación va a seguir impidiendo durante un buen tiempo, la celebración de cualquier evento, deportivo o no, aunque sea a puerta cerrada.

Poner en riesgo la salud de cualquier persona, sea del estamento que sea, es totalmente inasumible, sumado a que probablemente, al menos, hasta finales de mayo sigamos en este mismo escenario.

La situación en el baloncesto español queda muy en entredicho, cuando la CBA en China, país que va muy por delante de España en la línea temporal del coronavirus, ha tomado la decisión  de volver a posponer la reanudación de su campeonato, toda vez que la seguridad de las personas sigue sin estar garantizada en el gigante asiático. Así, la CBA que había señalado primero a mediados de abril y luego a principios de mayo como posibles fechas de reanudación de la competición, asume ahora que será imposible de llevarse a cabo dicha reanudación antes del 1 de julio…

¿Qué decir de las veintitantas ligas europeas ya canceladas, algunas de ellas hace ya más de un mes? Ejemplos como los de Ucrania, Lituania, Suecia, Suiza o Bélgica se vieron sucedidos por ligas potentes como la griega, la italiana o la VTB United League.

LIGA ENDESA, EUROLIGA Y NBA: ¿ES LA SEDE ÚNICA LA SOLUCIÓN?

Otras competiciones como Liga Endesa, Euroliga o incluso la mismísima NBA, están considerando la posibilidad de disputar lo que resta de temporada en modo de concentración, jugando los playoffs a partido único.

En el caso de la Liga Endesa, ha surgido la opción de las Islas Canarias como sede de una ronda final de temporada, donde se disputen el resto de partidos de la presente campaña. Importantes ventajas como la amplia y excelente capacidad hotelera de la región canaria, así como su insularidad, que sería muy ventajosa para evitar la propagación del COVID-19, se posicionan a favor de esta posibilidad.

Los Cabildos de Gran Canaria y de Tenerife ya han iniciado los contactos con la gerencia de la Liga Endesa. Tanto Herbalife Gran Canaria como Iberostar Tenerife podrían poner a disposición sus respectivas canchas, contando con el posible refuerzo del Pabellón Quico Cabrera de Santa Cruz de Tenerife e incluso el de Santa Cruz de la Palma.

Más complicado es el panorama de la Euroliga y la Eurocup, las dos principales competiciones europeas de clubes, ya que se dependería de la situación sanitaria en muchos países diferentes para poder reanudar y finalizar el ejercicio actual.

En este punto, la sede única surge como posible solución a todos los males, o al menos algunos de ellos. Países como Grecia, Croacia, Serbia o Turquía no se han visto tan afectados por el coronavirus, por lo que podrían ser opciones de relevo para lo que queda de liga regular, Cuartos de Final y Final Four. Recordemos que esta última se tenía que celebrar en el Lanxess Arena de Colonia. De todos modos, la opción de reanudar la competición, aunque sea en una sede única en régimen de concentración, no convence a muchos de los jugadores que no quieren poner su salud en peligro. Así se han manifestado estrellas como Luigi Datome, Malcolm Delaney o Nando De Colo.

Por su parte, la NBA también sopesa la posibilidad de buscar esa sede única con unos posibles playoffs a partido único, recurso también criticable por su falta de justicia con los equipos que hayan hecho mejor temporada.  

EL INSONDABLE FUTURO LLENO DE INCÓGNITAS. ALEMANIA E ITALIA YA SE POSICIONAN FIRMEMENTE

Nos enfrentamos pues a un futuro lleno de incógnitas no solo para el baloncesto, en particular, o el deporte, en general, sino para el resto de actividades generales y cotidianas de nuestra sociedad.

En este punto, bien cabría ser previsor y no hacer la bola de nieve mucho más grande, por evitar tomar decisiones valientes y firmes. Los equipos de fútbol de Segunda B y Tercera ya proponen una solución con ascensos y sin descensos, provocando una ampliación de competiciones desmedida con el consiguiente alargamiento de los respectivos calendarios.

En el caso, bastante probable, de que la próxima temporada comience con retraso,  y que además las competiciones se hayan visto ampliadas, ¿nos podemos imaginar lo que supondría un posible rebrote del virus en otoño o invierno? Si hubiera que volver a detener la vida y decretar las medidas actuales, la bola de nieve creada ahora ya sería un auténtico alud con el problema reproducido de un efecto maximizado y las graves consecuencias económicas y estructurales ampliadas de forma geométrica.

Mientras tanto en otros países ya se adoptan decisiones firmes y valientes, quizás no deseadas pero consecuentes con la realidad que se vive y propias de gobiernos y estamentos adultos. El gobierno alemán ha informado que se suspenden todos los grandes eventos hasta el próximo 31 de agosto, incluyendo obviamente los acontecimientos deportivos. Por su parte, Italia opta por la fecha del 31 de mayo para que se vuelvan a disputar deportes colectivos pero a puerta cerrada. Las instalaciones deportivas y las discotecas no podrían recibir gente hasta marzo de 2021 en el país transalpino.

(Artículo: F. Gayo/Fotos interiores: FEB, ACB Photo/J. Alberch y Euroleague)