Media hora con Lakovic & Barton
Asturbasket aprovechó la visita del FC Barcelona Lassa B a Oviedo para compartir un rato muy agradable con dos grandes jugadores como Jaka Lakovic y Lubos Barton, que han llegado esta temporada al filial azulgrana para aportar toda su experiencia y ayudar a los jóvenes talentos del Barça B a dar el salto a la élite.
ASTURBASKET: Jaka, comenzaste a jugar al baloncesto en el colegio y junto a tu gran amigo, Rasho Nesterovic, llegaste al Slovan Ljubljana que fue tu primer club profesional. ¿Cómo recuerdas esa época?
LAKOVIC: Bueno, tengo muy buenos recuerdos de mis inicios. Empecé en el colegio jugando con mis amigos y luego paso a paso el basket pasó a ser lo más importante en mi vida. En esa época comencé a jugar en el Slovan y después ya todo fue avanzando cada vez más. En este punto estoy muy contento con la carrera que he desarrollado.
A: En tu caso Lubos, ¿cómo se produjo tu acercamiento al basket?
BARTON: Con 9 años yo comencé a jugar en el equipo de mi ciudad natal (Ceska Lipa), donde estuve hasta los 15 años. Luego pasé al BK SCE Decin de la Primera División Checa donde pude tomar protagonismo y pasar dos temporadas antes de irme a la NCAA.
A: Vuestra carrera en España es bastante diferente ya que Jaka Lakovic tan solo ha vestido la camiseta del FC Barcelona en la liga ACB, mientras que Lubos Barton ha pasado por las filas de hasta cuatro equipos distintos. Lubos, tu debut en España fue en el Joventut de Badalona. ¿Qué significa defender los colores de un club tan especial como la Penya?
B: Yo siempre había seguido mucho el baloncesto no sólo de la NBA sino también europeo y el Joventut siempre estaba entre los mejores en el continente con muchos títulos en su historia y muchos nombres importantes como Jordi Villacampa, los hermanos Jofresa, etc. Entonces cuando llegas a un club con tanta historia detrás y que tenía de entrenador a Aíto García Reneses y que contaba con Rudy Fernández empezando a sobresalir, creo que era una muy buena oportunidad para mí de llegar a un equipo que tenía la capacidad de enfrentarse a los mejores equipos no sólo en España, sino también en Europa.
A: Sin embargo, Jaka, tu únicamente has jugado con el FC Barcelona, un club con una idiosincrasia también muy especial y donde solamente cuentan los títulos.
L: Sí, es verdad. Yo he llegado a Barcelona después de jugar cuatro años en el Panathinaikos, donde cómo has dicho tú cuentan solo los títulos, donde hay mucha presión, incluso un poco más que en Barcelona. Cuando llegué a Barcelona ya sabía a donde llegaba y también sabía cómo sobrellevar esa presión, aceptando que en casos como Panathinaikos o FC Barcelona solamente cuentan los títulos. En mis cinco temporadas con el Barça he conseguido ganar muchos títulos y creo que esa etapa es una de las más exitosas en el basket azulgrana.
A: Quisiera ahora repasar un momento especial en la carrera de cada uno. Jaka, en diciembre de 2001 te das a conocer al público europeo con un sensacional partido en la cancha del Real Madrid, anotando 38 puntos y con valoración de 55, con victoria del Krka Novo Mesto por 87-93. Un Real Madrid comandado por Sasha Djordjevic o Alberto Herreros. ¿Qué recuerdos tienes de ese partido?
L: ¡Ah, sí!. Creo que era nuestro segundo partido y el segundo también en mi carrera en Euroliga. En el partido anterior habíamos perdido en casa contra el Zadar con un triple en el último segundo de Marko Popovic. Nuestro entrenador (Ales Pipan) nos dijo que teníamos que recuperar esa derrota en casa en algún lado, que le daba igual dónde y que lo mejor sería en Madrid. Los jugadores nos quedamos pensando que decirlo es muy fácil, pero cuando llegó el partido comenzamos muy bien y yo tuve buenas sensaciones e incluso iba mejorando durante el partido. La verdad es que nos salió un partido extraordinario, ganando en la cancha del Real Madrid con el Krka Novo Mesto, que era un debutante en la Euroliga. De esa manera pudimos poner el nombre del Krka como club en el mapa del baloncesto europeo y también mi propio nombre.
A: Lubos, en las temporadas 1999-00 y 2001-02 disputas con la Universidad de Valparaiso el Torneo Final de la NCAA, cayendo en ambos casos en Primera Ronda ante equipos de la talla de Michigan State (65-38 y posterior campeón) y Kentucky (83-68) respectivamente. ¿Cómo se vive una experiencia de ese tipo?
B: Bueno, cuando miro atrás creo que ese equipo de Michigan State ha sido el mejor de los que he jugado en contra durante mi etapa en la NCAA. Era un equipo con mucho talento, mucho físico, tenía tiradores y un gran líder como Mateen Cleaves, chicos muy grandes que reboteaban y ponían tapones… Han sido cuarenta minutos que se me hicieron muy duros, no sé si los más duros que he jugado en mi vida. Quizás con 19 o 20 años que tenía entonces lo vi muy diferente a como lo vería ahora, pero la situación fue así. Además no fue únicamente contra nosotros, ya que Michigan State arrolló a todo el mundo y terminó ganando la NCAA. No es ninguna broma ganar un torneo así y te puedo decir que sí que recuerdo muy bien este partido, sobre todo, la dureza y la solidez de un equipo así.
A: En la temporada 2009-10 lográis conquistar la Euroliga en París derrotando al CSKA Moscow (64-54) en Semifinales y al Olimpiacos (86-68) en la Final de forma brillante. ¿Qué supuso para vosotros ese momento?
L: Fue una temporada espectacular. El equipo de esta temporada puedo decir con confianza que fue uno de los más fuertes en la historia del Barça. Todo el año fuimos muy dominantes tanto en la ACB como en Euroliga, donde todos jugábamos minutos y casi todas las victorias llegaban por más de 20 puntos de diferencia. Incluso en la final de la Euroliga ganamos por 18 puntos a todo un Olympiacos. Ganar la Euroliga fue un logro con el que sueñas y para el que trabajas toda tu carrera y significa estar en la cima del mejor baloncesto de Europa. Tengo muy buenos recuerdos como resultado y también como equipo, la química que tenía el grupo y este siempre quedará como uno de mis mejores recuerdos.
B: yo más o menos opino como Jaka. Era un grupo muy fuerte y especial tanto fuera como dentro del campo. Yo me estaba recuperando de una lesión en el tendón de Aquiles, empecé a entrenar después de Año Nuevo y me costó mucho entrar en juego. El equipo tenía al menos dos hombres de muchísimo nivel en cada posición, por lo que era muy difícil que todos tuvieran un mal día. Yo la recuerdo como una temporada muy especial. En mi opinión este equipo en concreto es uno de los mejores de la historia del basket europeo. Está claro que luego uno puede perder contra cualquiera y, de hecho, nosotros perdimos la final de la ACB contra el Baskonia quizás por el cansancio mental. Era un gran equipo con Pete Mickeal en la posición de “3” y posiblemente en la mejor temporada de su carrera, con Juan Carlos Navarro muy en forma, Gianluca Basile, Víctor Sada, Ricky Rubio en gran nivel… un equipo sin debilidades. Estoy muy orgulloso de haber compartido vestuario con ellos, aunque haya jugado pocos partidos en la temporada ya que intentar entrar en una dinámica tan alta después de una lesión así es muy difícil, pero fue una gran experiencia.
A: Esta temporada regresáis al FC Barcelona para reforzar al conjunto de LEB Oro. ¿Cuál es vuestro papel en el equipo y cómo estáis llevando esta experiencia diferente?
L: Bueno, hemos venido no para conseguir resultados, porque nuestro cometido es ayudar a los jóvenes a crecer y formarse como jugadores profesionales. Que mejoren en todos los aspectos y que al final de la temporada algunos de ellos puedan llamar a las puertas del primer equipo. Ese sería un éxito para nosotros y por eso estamos aquí. Para dar ese punto de experiencia y calidad y poder enseñar a los jóvenes como vive y se comporta un jugador profesional de baloncesto. Saber cómo cuidar tu cuerpo, que a cada entreno tienes que dar el cien por cien, etc. Si conseguimos que los jóvenes del equipo adquieran esos hábitos y, por supuesto, con la labor de un gran entrenador como es Alfred Julbe mejoran en su juego, esto será un éxito y los resultados deportivos siempre tienen que quedar en un segundo plano.
A: Por último, un par de preguntas cortitas. Un jugador que fue tu ídolo cuando eras niño o muy joven.
L: Bueno, en mi caso Sasha Djordjevic y cuando era niño era la época de la gran Jugoplastika que ganó tantos títulos europeos con Toni Kukoc y Dino Radja. Por supuesto, también me influyó la selección yugoslava con Drazen Petrovic al mando o Predrag Danilovic. Todas estas estrellas eran nuestros ejemplos a seguir de los niños de mi generación y siempre intentábamos imitarlos y soñábamos llegar tan lejos como ellos.
B: Para mí fue algo diferente ya que yo vengo de la República Checa, donde el baloncesto no es deporte en el que seamos potencia como el caso de la ex Yugoslavia. Entonces yo me fijaba de joven más en la NBA, en jugadores como Magic Johnson, Larry Bird o, por supuesto, Michael Jordan. Pero cuando ya era algo más mayor, con 16 o 17 años comencé a fijarme más en otro tipo de jugadores como Scottie Pippen, que podía hacer muchas cosas y era un jugador muy completo y útil para su equipo. Un rol que yo también quería ejercer. En cuanto a jugadores europeos para mí Toni Kukoc ha sido siempre sinónimo de tanta calidad y un jugador también muy completo, más tirador y menos físico que Scottie Pippen pero asimismo muy versátil.
A: Un entrenador especial que te haya marcado.
L: Yo puedo decir que he trabajado con grandes entrenadores, pero creo que el que más me marcó fue Zeljko Obradovic, coincidiendo con mi primera experiencia en el extranjero al fichar por el Panathinaikos. La exigencia de resultados era muy alta, al máximo nivel en Europa y, en este caso, Zeljko también era así de exigente y marcó mi carrera más incluso que otros grandes entrenadores que he tenido como Dusko Ivanovic, Bozidar Maljkovic, Neven Spahija o Xavi Pascual. Todos son grandísimos entrenadores pero Obradovic está a otro nivel.
B: Para mí es una “pregunta trampa” porque yo creo que cada entrenador puede dar bastantes cosas si un jugador está receptivo. Yo no tengo tan clara esa respuesta ya que también he tenido la suerte de contar con muchos grandes entrenadores en mi carrera y, por ejemplo, no es justo dejar fuera a Svetislav Pesic porque solamente lo haya tenido seis o siete meses, pero no es lo mismo que trabajar con Aíto García Reneses tres años en el Joventut. Esto es injusto porque no se puede comparar y por eso digo que es una “pregunta trampa”. Si al final me tengo que decantar por uno, tengo que elegir a Aíto porque llegué al Joventut con 25 años siendo un jugador hecho y en esas temporadas que pasé con él mejoré muchísimo como jugador en muchas cosas pequeñas pero que al final sumándolas todas, llevan al jugador a otro nivel.