LAS NOTAS DE LA FINAL DE LA COPA PRINCESA
Nunca es tarde para revivir lo que pasó hace una semana en Pumarín con el Unión Financiera proclamándose brillante campeón de la Copa Princesa en una final inolvidable ante un digno San Pablo Inmobiliaria Burgos.
Johan Löfberg (18 puntos), Miquel Salvó (17 puntos, 8 rebotes y 9 faltas recibidas) y Eduardo Hernández-Sonseca (13 puntos y 10 rebotes) fue el trio en el que se basó el triunfo de los ovetenses, sin olvidar los dos triples vitales anotados en la recta final por Fabio Santana y el trabajo del resto de jugadores de la plantilla dirigida por Carles Marco. Una vez más el triunfo del Unión Financiera Baloncesto Oviedo fue el del EQUIPO.
La afición ovetense llenó hasta los mismísimos topes el Polideportivo de Pumarín con 1.500 seguidores abarrotando la instalación ovetense en lo que fue una auténtica fiesta del baloncesto asturiano. No podemos olvidarnos de los 150 aficionados burgaleses que dieron colorido a la final y de la gran deportividad vivida entre ambas aficiones. Enhorabuena para todos los presentes, un motivo sin duda de orgullo para los aficionados al baloncesto.
La salida del Unión Financiera Baloncesto Oviedo fue excelente con un 15-6 de inicio propiciado por el gran acierto exterior, con dos triples de Manu Rodríguez y otro de Johan Löfberg, que obligó a Diego Epifanio a pedir tiempo muerto.
El cuadro ovetense consiguió cerrar muy bien el rebote ofensivo en la primera parte, destacando Eduardo Hernández-Sonseca y Carlos Martínez en esta labor con 5 capturas cada uno en los 20 primeros minutos.
La máxima ventaja del Unión Financiera Baloncesto Oviedo fue de 12 puntos con el 30-18 a inicios del segundo periodo. Aunque el San Pablo Inmobiliaria Burgos reacciono de la mano de Aegir Steinarsson, Jorge García y Javi Vega, el equipo asturiano logró mantener una buena renta hasta el intermedio (42-33).
El San Pablo Inmobiliaria Burgos apretó de lo lindo tras el paso por vestuarios, con varias acciones de Mo Soluade y Álex López, entre ellas un mate sideral del base británico. Una canasta de Javi Vega ponía el empate a 55 en el numerador a 1:45 del final del tercer cuarto. Llegaba el turno para que los decibelios en Pumarín subieran a niveles atronadores.
Un tapón bestial de Miquel Salvó a Goran Huskic abrió el último cuarto. Los triples no entraban para el Unión Financiera como en la primera parte hasta que Paul Jesperson rompió la sequía tras 10 errores. De todos modos, el cuadro burgalés puso el corazón en un puño a los aficionados carbayones con un triple de Javi Vega que daba la primera ventaja al San Pablo Inmobiliaria Burgos en todo el partido, 66-67 1 4:55 del final.
Llegó el momento mágico de Fabio Santana, con dos triples celestiales que dieron más que oxígeno a la escuadra de Carles Marco. El sueco Johan Löfberg tomaría la responsabilidad en el último minuto con dos acciones llenas de calidad y descaro. Primero una penetración resuelta por él mismo (76-73 a 41:10 segundos) y después con otra entrada con asistencia para el mate potente de Eduardo Hernández-Sonseca.
Lo intentó el San Pablo Inmobiliaria Burgos hasta el final, demostrando ser un dignísimo finalista, pero la sentencia llegó con un tiro libre del capitán Víctor Pérez que ponía el definitivo 80-77 en el marcador y desataba la euforia entre la afición ovetense. Fue realmente simbólico que el último punto que ponía la puntilla al rival y sellaba el título más importante de la historia del Oviedo Club Baloncesto, lo anotara el capitán que ya lleva cinco temporadas en el club de Pumarín.
Miquel Salvó fue el MVP de la final con sus 26 créditos de valoración, fruto de sus 17 puntos, 8 rebotes, 9 faltas recibidas, 3 asistencias, 2 tapones y 1 recuperación. Un día inolvidable para el joven jugador catalán que la temporada pasada jugaba en el CB Tarragona de LEB Plata y ya está fichado por el ICL Manresa para la siguiente.
Nueva prueba de fuego superada por el conjunto de Carles Marco, que sigue firme en el liderato de la LEB Oro y levantó la Copa Princesa de Asturias al cielo de Pumarín, pese a sufrir hace unas semanas la lesión de Dani Pérez. La afición ovetense puede seguir soñando. Como decía una pancarta en las gradas: “Esa copona ye carbayona”.
(Artículo y fotos: F. Gayo)