LA AVENTURA BALCÁNICA DEL CODEMA
El equipo Cadete femenino A del Codema realizó una gira por Serbia en la que participaron en un torneo amistoso en Novi Sad además de jugar otros 2 amistosos de gran nivel. Iván Fernández nos cuenta a modo de diario lo que fue una apasionante aventura inolvidable.
MIÉRCOLES 20 DE JUNIO
Madrugón. 5:30 de la mañana y suena el despertador. Pero no molestó tanto como el día anterior, o como el lunes, o como la semana anterior… Esta vez hasta tenía ganas de que sonase.
Tres cuartos de hora después salgo de casa con esa terrible sensación que se tiene cada vez que uno se va lejos de casa y piensa que se olvida algo. Hasta treinta veces llegué a palpar mis bolsillos de la que bajaba hasta la calle Alarcón para comprobar que llevaba conmigo el pasaporte, la cartera, el teléfono…
6:25 y empiezan a aparecer padres, madres, jugadoras, staff técnico. Aguardando por nuestro inicio de la aventura está un pedazo de autobús con asientos de cuero que nos dejó impresionados; nada mal para arrancar el viaje.
Una vez en trayecto dirección Bilbao, el madrugón hizo mella y algunos aprovechamos para “volver a la cama”. Estábamos cerca de Villaviciosa y al instante, cuando abrí un ojo, leí: “Aireportua 25 Km”. ¡¡Carajo, desde cuando Bilbao está antes que Llanes!!
Según entrábamos al aeropuerto todo el mundo se nos quedaba mirando. Y es que para la ocasión las chicas se compraron un chándal, unas camisetas y unos polos (también el staff técnico lo llevábamos) y quieras que no, eso llama la atención.
Poco antes de las 13:30 llegamos a Munich. Para muchos – por no decir para toda la expedición – era nuestra primera vez en suelo bávaro. Enseguida me di cuenta de que estábamos en Alemania porque pagué por dos cafés 7,10 €. Debe ser que sale muy caro cultivar el grano allí…
Unas tres horas después aterrizamos en el Nikola Tesla de Belgrado. Un respingo recorrió todo mi cuerpo nada más pisar suelo serbio. Me entraron ganas de besar el suelo cual Papa de Roma, pero por motivos higiénicos preferí aguantarme.
¿¿Y quién estaba esperándonos en la puerta?? Bueno sí, el minibús que nos llevaría a Novi Sad, y Nikola Ubrica, presidente del KK Neos, equipo de dicha localidad, y quien organizaba el torneo y se desvivió por nosotros todo el tiempo que allí estuvimos.
Pero es que antes de subirnos al vehículo, a escasos metros nuestros estaba Vladimir Stimac que acababa de llevar al aeropuerto a unos amigos o familiares. Mi vena de fan estudiantil (fue breve pero intenso su paso por el Estu) unida a mi arteria yugoslava hicieron que casi me abalanzase sobre él para pedirle que se hiciera una foto con el equipo. Los nervios hacen que le hable en inglés… ¡¡si los balcánicos – a excepción de Radomir Antic – con media hora ya hablan castellano!!
Durante el viaje en el bus yo iba saboreando cada momento: carteles en cirílico, matrículas serbias, límites de velocidad… Quería que mi mente fuese una cámara de vídeo y no se me olvidase ni un solo detalle de lo que viviese en los siguientes cuatro días.
Por el camino paramos a recoger a otro entrenador español, Ramiro García Ducrós, asistente este año en el Campus Promete de Liga Femenina 2, y culpable de que estuviésemos viviendo el sueño yugoslavo. Ramiro coincidió con Pedro en el curso nacional de entrenadores, donde hicieron buenas migas y le comentó la posibilidad de participar en este torneo, del que tenía un grato recuerdo de su participación el año anterior con su equipo. Además es un “experto” en el país ya que su pareja es la jugadora serbia de voleibol Iva Pejkovic.
Llegamos al hotel (Hotel Putnik, por si queréis saber dónde estábamos) y lo primero que hicimos fue darnos una más que necesaria ducha para después ir a cenar. Sí, eran las 19:30 cuando bajamos al comedor. No es que en Serbia se cene pronto, es que Nikola pensó que vendríamos con hambre (razón no le faltaba teniendo en cuenta las horas a las que nos levantamos), y además quería que a las 20:00 fuésemos a ver un entrenamiento del cadete masculino de su club.
El polideportivo estaba en obras pero fuera tienen una cancha – no demasiado bien iluminada, aunque los que estaban en la pista no parecía importarles – donde los jugadores estaban sudando la gota gorda.
No tardó mucho en llegar el primer desafío para las cadetes claretianas: se separó ambos equipos en dos y cada mitad ocupó uno de los aros. ¡¡Concurso de tiro por equipos al canto!! Ni el madrugón, ni el cansancio por el viaje, ni el haber cenado a la hora de la merienda (o casi), ni los balones masculinos, ni el equipo serbio… No hubo rival para las colegialas. Primero ganaron el concurso de tiro a 5 metros y luego la revancha desde el triple. Baloncesto 1 – 0 Košarka.
Dejamos que ambos equipos se conociesen mientras los entrenadores serbios y españoles nos fuimos a tomar una cerveza en las cercanías de la cancha. ¿Y cómo acabó la cosa? Pues lo que suele pasar cuando juntas a un equipo cadete femenino con uno masculino: jugaron una pachanga, y una vez más, el poderío del basket patrio volvió a superar a los locales, o eso nos dijeron ellas…
Serían sobre las 22:30 cuando llevamos a las chicas de vuelta a sus habitaciones para acostarse. Pero la noche aún tenía un sorpresón para los entrenadores. Ramiro y Nikola nos convencieron a Pedro, a Yago y a mí para dar un pequeño paseo por la zona y ¿¿a quién nos encontramos?? Pues ni más ni menos que a todo un campeón de Europa y subcampeón olímpico ¡¡Nikola Kalinic!! Y al igual que su compañero de selección fue muy accesible; no sólo se hace una foto con nosotros sino que se queda un rato hablándonos de la Final Four de este año (eso me lo guardo para la intimidad de los que estuvimos allí).
Siempre se dice que cuando tienes altas expectativas de un plan es difícil que la realidad lo supere pero eso quedó demostrado que no siempre es así. La única manera de mejorar lo vivido hasta entonces era que el maestro Zejlko nos hubiese ido a recibir y nos hubiese estado contando anécdotas durante los cuatro días. Y aun así… No estaba mal para llevar escasas 6/7 horas allí, ¿verdad?
JUEVES 21 DE JUNIO
Día D, o más bien, T del torneo que nos espera por la tarde. Pero antes tocaban diana a eso de las 7:30 (para alguna fue un poco más tarde…) ya que a las 8:00 teníamos el desayuno.
Y ese madrugón para qué, os estaréis preguntando. Pues a las 9:00 había planificado un entrenamiento en las instalaciones de la agencia Combo Guard de la que Nikola forma parte, y sería él mismo quien dirigiría la sesión.
Nada más llegar al polideportivo, lo primero que se ve es una pista exterior totalmente acondicionada para el 3x3. El suelo es del material que se utiliza en los torneos organizados por la FIBA, todo está decorado tal y como se ve en los torneos oficiales, hay una pequeña grada… El caso es que los mejores jugadores del mundo del 3x3, que evidentemente son serbios, entrenan allí.
Es más, continuando con la buena racha de conocer jugadores élite del mundo del baloncesto plavi, mientras las chicas entrenaban aparecieron los que ahora mismo ocupan el ranking 1 y 2 del mundo, Dejan Majstorovic y Marko Savić, junto con Marko Zdero, que actualmente está en el vigésimo puesto mundial (y décimo del país, lo que indica el alto nivel del basket 3x3 serbio), con quienes luego nos hicimos una foto. El equipo lo suele completar Dusan Bulut, número 3 mundial y que por la tarde lo veríamos en acción.
Al entrenamiento de las chicas se unieron dos jugadores con los que Nikola está trabajando individualmente en dicha agencia, uno de ellos ya estaba en la selección nacional de su categoría y el otro en la autonómica. La sesión estuvo dedicada a perfeccionar aspectos coordinativos y de propiocepción, técnica de bote y finalizaciones utilizando herramientas y materiales que nunca antes habían visto.
Una vez finalizado el entrenamiento nos fuimos de vuelta al hotel caminando – la ida la hicimos en taxis – para estirar un poco las piernas y de paso conocer otra zona de la ciudad. Así pudimos ver la zona universitaria o un bonito paseo que tienen por la ribera del Danubio.
La comida estaba planificada para las 14:30 y hasta las 17:15 no nos iríamos de vuelta al polideportivo, así que hubo un pequeño espacio de tiempo para que las jugadoras pudieran dormir una pequeña siesta o simplemente relajarse antes de jugar los dos partidos que tenían ese día.
Llegada la hora, Nikola y Ramiro llegaron a nuestro hotel para organizar los taxis que nos llevarían de nuevo a la pista. Allí estaban ya los jugadores del 3x3 de esta mañana y algunos más entrenando en la pista exterior, con las gradas llenas de gente viéndolos, entre ellas nuestras primeras rivales, las jugadoras del Stara Pazova ZKK.
Lo primero que nos llamó la atención de ellas eran sus físicos. Había jugadoras muy grandes, siendo dos de ellas parte del combinado nacional de su categoría según nos confesaría Nikola. Aun así el encuentro estuvo reñido los 40 minutos si bien, terminó cayendo del lado serbio por 59-53.
Lo peor del partido fueron las lesiones sufridas. Por parte claretiana, primero fue María quien en una entrada a canasta se resintió de su maltrecho tobillo y más tarde fue Itxi quien nos dio el susto cuando tuvo un mal gesto en su rodilla recientemente operada (8 meses) del ligamento cruzado. Tampoco pudo acabar el partido la jugadora más determinante – al menos en este partido – del Stara Pazova al recibir un golpe en la rodilla en los instantes finales.
El siguiente partido enfrentó a nuestras anteriores rivales contra el Novosadska ZKA, quienes rápidamente consiguieron distanciarse en el marcador gracias a su agresiva defensa y a que el rival dejó a varias de sus mejores jugadoras sin participar. Al final la diferencia se fue hasta los 19 puntos (63-44).
Esto hizo que el último partido fuese “una final”, pues si consiguiésemos ganar por más de 13 puntos nos llevaríamos el torneo. Al igual que en el primer encuentro, las diferencias fueron mínimas, aunque esta vez era Codema quién siempre estuvo por delante en el marcador.
Pero en la segunda parte una nueva lesión – esta vez fue Nora quien se torció el tobillo – dejó a las gijonesas con muy pocos efectivos y al final del último cuarto ya no quedaban fuerzas para llevarse la victoria (sólo quedaban 7 jugadoras sanas, aunque tremendamente cansadas). El tanteo final fue de 44-38 terminando Codema en tercera posición pero dejando una imagen tremendamente digna.
Antes de comenzar el segundo partido hubo un concurso de habilidades en el que se impuso nuestra grandísima Manuela, y antes del último encuentro el concurso fue de tiro, quien lo ganó con una superioridad apabullante la jugadora número 7 del Novosadska (disculpadme si no me quedé con su nombre…).
Tras la entrega de trofeos y medallas a las participantes nos fuimos al hotel para ducharnos y después nos fuimos a cenar a la zona del casco histórico de Novi Sad y retiramos rápidamente a dormir para reponer energías que a estas alturas ya estaban bajo mínimos.
VIERNES 22 DE JUNIO
Para nuestro segundo día Nikola nos tenía preparada una actividad que disfrutamos a pesar de que las condiciones climáticas fueron las peores de todos los días que estuvimos allí (de estar casi a 30 grados pasamos a unos escasos 20, nublado e incluso llegando a llover por la tarde).
Nos fuimos a navegar en un catamarán las caudalosas aguas del Danubio, que sería azul para Johan Strauss II en la Austria del siglo XIX, pero que en la Serbia del XXI es bastante verde ;).
Además nos acompañaría una fueraborda que llevaba un rosco hinchable en el que nos subimos todos – a excepción de un cobardica entrenador, no voy a decir su nombre por mantener el anonimato de Pedro – y que nos fue tirando uno a uno cual vaquero subido a un toro en un rodeo texano.
Mientras navegábamos tranquilamente en el catamarán pudimos ver los chalets de la gente acaudalada de Novi Sad – uno de ellos tenía aparcado un hidroavión y ¡¡¡un tanque!!! – y nos cruzamos con enormes embarcaciones que transportaban principalmente carbón.
También hubo tiempo para “aparcar” el catamarán en una de las pequeñas playas fluviales que tiene el Danubio a lo largo de su recorrido por la ciudad.
Por la tarde volvimos a subirnos al minibús con destino a Zrenjanin, una ciudad a unos 50 Km de Novi Sad, donde nos esperaba el ZKK Proleter 023 Zrenjanin, el equipo de la ciudad que esta temporada ganó su liga regional con una diferencia media de más de 40 puntos por partido (la final llegó a ser una masacre, ganaron 113-37 al Tamiš iz Pančeva).
Realmente era muy buen equipo, y al igual que nuestras rivales del torneo, tenían también una gran superioridad física. De hecho, el resultado así lo refleja: 64-39, si bien es un tanto engañoso.
Entre el cansancio acumulado – la mañana en catamarán agotó lo suyo – el poco tiempo que tuvimos para calentar (el partido empezaba a las 16:30 y llegamos unos 15 minutos antes al polideportivo) y el aturdimiento por el desplazamiento (muchas jugadoras se durmieron en el minibús), hizo que el partido arrancase con un 13-0 en contra que nos ponía las cosas muy cuesta arriba.
Bien es cierto que luego se luchó a brazo partido y llegamos a estar a 7 puntos en el último cuarto, pero las fuerzas entonces se agotaron y aprovecharon las serbias para irse hasta los 25 puntos de diferencia.
No fue un buen partido para las colegialas (en cuanto a juego) pero al menos demostraron su carácter luchando contra un muy buen equipo, tremendamente físico, y sobre todo, contra el acrecentado agotamiento.
Una vez regresamos al hotel las jugadoras tuvieron la tarde libre, y aprovecharon para ver junto a los cadetes del KK Neos el partido de fútbol que la selección de Serbia jugaba a las 20:00 contra Suiza.
Tras la cena las chicas se retiraron casi inmediatamente a dormir ya que al día siguiente tocaba otro grandísimo esfuerzo. Eso sí, el staff técnico aprovechó para comprobar cómo es el folklore local y al igual que con Kalinic, me reservo lo acontecido para los que lo vivimos. Como reza el “dicho local”, lo que pasa en Serbia se queda en Serbia ;).
SÁBADO 23 DE JUNIO
Bajamos a desayunar un poco más tarde de lo habitual – 9:30 – ya que hasta las 13:30 no jugábamos contra nuestro último rival de esta maravillosa gira por la meca del baloncesto europeo.
Y para ello tuvimos que desplazarnos hasta la capital, Belgrado, a enfrentarnos al cadete femenino del Art Basket, más conocido como el Mega Women, que es la sección femenina del Mega Basket; seguro que a muchos os suena el nombre. Efectivamente, es el club de Miško Ražnatović, el afamado agente de muchísimas estrellas baloncestísticas como podéis ver en el enlace. Pero es que además en ese equipo en concreto juega su hija y tuvimos la suerte de poder conocerlo.
Si bien el pabellón es pequeño – el aforo es de 1500 localidades aunque da la sensación de ser más pequeño que Pumarín – las instalaciones son espectaculares. Nada más entrar te encuentras con un póster en el que se ve una serie de jugadores que pasaron por el Mega Basket y que fueron drafteados en la NBA. Además, en la pista hay cuatro pósters más de sus jugadores más representativos a día de hoy, encabezados por la estrella de los Denver Nuggets Nikola Jokic (los otros tres son Timothee Luwawu-Cabarrot de los Sixers, Rade Zagorac ex Grizzlies y que acaba de firmar por Partizan e Ivica Zubac de los Lakers).
En cuanto al partido, ya os podéis imaginar el tamaño del rival. Al igual que en el partido del viernes el tanteo fue abultado (63-36), pero sin duda fue el mejor partido de las claretianas en tierras serbias.
Es cierto que en ataque no se consiguió una gran anotación pero la gran mayoría de las finalizaciones fueron liberadas tras mover muy bien la defensa del rival. Simplemente esta vez los tiros “no quisieron” entrar.
El devenir de los cuatro cuartos fue muy similar: durante 7/8 minutos se estaba en un tanteo muy igualado y en los 2/3 últimos las de Belgrado pegaban un pequeño salto en el marcador. Así del 12-8 se pasó al 19-8 al final del primer cuarto, del 7-6 se terminó con un 11-6 en el segundo…
Enorme actuación de las gladiadoras del Codema, que como bien las definió Nikola, son pequeñas de estatura pero muy grandes de corazón. Os recuerdo que con las lesiones del jueves sólo quedaban siete jugadoras a las que se tuvo que unir para estos dos últimos encuentros Julia Martínez, hermana de Manuela y que hasta entonces ejercía de delegada del equipo.
Tras el partido nos fuimos a conocer Belgrado teniendo el lujo de poder contar con Iva como guía de la ciudad. Primero fuimos a probar el burek, una especie de hojaldre relleno de queso o de carne, bastante contundente.
Después paseamos por la zona histórica de la ciudad – impresiona ver edificios todavía afectados por los bombardeos de la guerra de los Balcanes, eso sí, ocultos bajo grandes lonas para evitar dar publicidad a ese tipo de asuntos – y terminamos en el Kalemegdan, una fortaleza y parque desde el que se tiene una envidiable vista del skyline de Belgrado.
A lo largo de toda la construcción había distintas exposiciones; la que más llamaba la atención, al menos para mí, fue la del material militar aunque también había cosas tan variopintas como una exposición de dinosaurios.
Por supuesto, ¡¡cómo no!! dentro nos encontramos con más asuntos relacionados con el baloncesto. En el lugar donde se ubicó la fan zone de la Final Four de la Euroliga se estaba celebrando el campus Bogdan Bogdanović, con la colaboración del Partizan de Belgrado. Pero es que a escasos metros estaba también el campus del Estrella Roja…
De vuelta a Novi Sad, tras la cena, las chicas fueron a dar un último paseo por los alrededores del hotel junto a sus amigos del KK Neos para terminar de despedirse de esta maravillosa ciudad.
DOMINGO 24 DE JUNIO
No por esperado fue menos doloroso. Última vez que despertamos en suelo serbio, primera vez que éramos conscientes de que esto se acaba…
Aun así todavía hubo tiempo para alguna que otra sorpresa. El grandísimo Nikola, una vez más preocupándose de que nuestra experiencia balcánica fuese inolvidable, quiso que para desayunar fuésemos a probar un plato típico serbio, el ćevapi, una especie de calzone relleno de carne a la que le puedes añadir cebolla cruda y una pasta de queso (esto te lo ponen en el plato por si quieres o no añadirlo). También probamos un yogurt natural casero que ayudó a bajar la comida (para desayunar es bastante potente…).
Pero antes de irnos a probarlo tuvo un gran detalle con Pedro, con Yago y conmigo regalándonos unas camisetas de su agencia, y también trajo a Manuela, Claudia e Itxi unas camisetas de los campeones del mundo del 3x3 que les pidieron el jueves.
De vuelta en el hotel no hubo demasiado tiempo para despedidas ya que el tiempo empezaba a ser un problema (el vuelo salía a las 13:10 y estábamos en el hotel de Novi Sad, a una hora de Belgrado, a las 10:30). Y es que, como “regalo” de despedida, le pidió al chofer del minibús que parase en un centro comercial en el que vendían merchandising de la selección serbia (también había de Yugoslavia: camisetas de Jaric, Rakocevic, Tomasevic…).
El que cada uno de nosotros saliese con no menos de tres artículos por cabeza unido a la lentitud de la cajera a la hora de cobrarnos y el poco margen de tiempo que nos quedaba hizo que nos pusiéramos un poquito de los nervios pensando que perdíamos el vuelo.
Llegamos al aeropuerto a las 12:25, afortunadamente Ramiro estaba con nosotros y como él ya conoce las instalaciones como la palma de su mano pudimos llegar rápidamente al mostrador de Lufthansa para hacer el check-in.
También nos ayudó el que nuestro vuelo se retrasase 10 minutos, lo que hizo que finalmente pasásemos tranquilamente el control de aduanas y empezásemos ya a añorar nuestra estancia en la tierra prometida del baloncesto europeo.
AGRADECIMIENTOS
El primero no puede ser otro que para el equipo Cadete Femenino de Codema; me acogieron como uno más desde el primer momento.
Por supuestísimo a Pedro quien sabedor de mi amor por el basket yugoslavo, me dio la oportunidad de vivir esta grandísima experiencia que salvo que Alzheimer me lo impida, jamás olvidaré.
También a Yago, compañero de habitación en el viaje, que me hizo muy amena la estancia contándome todo lo que no tenemos en la cuenca ;) Por cierto, algún día debería de terminar de contar el chiste que se le atragantó en la cena del viernes…
Evidentemente a Ramiro que también estuvo muy pendiente de la expedición todo el tiempo y que nos ayudó hasta última hora en nuestra crisis aeroportuaria. Y como ya dije anteriormente, fue él quien propuso esta empresa a Pedro.
Y un enorme GRACIAS tamaño 800 en negrita y subrayado a Nikola Ubrica, presidente del KK Neos, CEO de la agencia Combo Guard Agency y que se desvivió por hacernos nuestra estancia incluso muchísimo más impactante de lo que ya de por sí iba a ser.
Como bien decía nuestro añorado Andrés Montes, la vida puede ser maravillosa, y eso lo consigue gente como los aquí nombrados. Para mí ha sido todo un honor haber tenido esta vivencia con todo este grupo humano.
(Crónica: Iván Fernández/Fotos: expedición del Cadete Femenino A del Codema)