Más de lo mismo. En un país que sufre una enfermedad llamada “reunionitis”, los problemas se eternizan y las soluciones se postergan de forma indefinida. En la jornada de hoy lunes se reunieron en Madrid la ACB y la FEB con la mediación del CSD con muchos temas sobre el tapete que afectan de lleno al presente y al futuro del baloncesto español.

La comisión de trabajo formada por ACB y FEB con la mediación del CSD, debatió sobre cuestiones relacionadas con el formato de la liga, el asunto de los ascensos y descensos entre competiciones, así como las condiciones de acceso a la ACB (cánon y fondo de regulación). ¿Soluciones? Absolutamente ninguna.

Con posterioridad a dicha reunión tuvo lugar la Asamblea General de la ACB en la que el principal acuerdo que se ha tomado ha sido ampliar el plazo límite para que el Donosti Gipuzkoa Basket Club 2001 SKE SAD y el Club Baloncesto Miraflores puedan cumplimentar los requisitos de acceso a la Liga Endesa. Dicho plazo se ha ampliado del 14 de junio hasta el 27 de junio.

Tanto donostiarras como burgaleses estuvieron presentes en la comisión de trabajo para luchar por hacer efectivo el ascenso deportivo que tan brillantemente lograron en las canchas de la LEB Oro. Lamentablemente todo hace indicar que se quedarán con las ganas y que por enésima vez no habrá ascensos a la Liga Endesa, tras volatilizarse las opciones de “ascenso diferido” de Quesos Cerrato Palencia y Melilla Baloncesto, los damnificados de la pasada temporada en este panorama bochornoso que vive el baloncesto español.

La ampliación del plazo límite para cumplimentar los requisitos por parte de Donosti Gipuzkoa Basket Club 2001 SKE SAD y Club Baloncesto Miraflores, únicamente parece una maniobra para ganar tiempo por parte de la ACB, que vería con agrado que no se produjera ningún ascenso para seguir teniendo una liga “cuasicerrada”. Los grandes de la competición serían los grandes beneficiados si además se cayera alguno de los equipos que han disputado la pasada edición de la Liga Endesa (impar con 17 participantes). Si se produce una reducción hasta los 16, jugada redonda para los grandes…

La FEB únicamente reacciona cuando se plantea la posibilidad de que se cree una alternativa como la ACB-2, esa segunda división para los mejores equipos de LEB Oro y ciudades con pasado histórico en el baloncesto español. En ese caso, la FEB perdería su competición más potente o, en el mejor de los casos, quedaría sensiblemente mermada. Curiosamente el máximo organismo federativo hace bueno el dicho que dice que “uno solo valora lo que tiene cuando lo pierde”, ya que cuida poco una competición tan vendible y de tanto nivel como la LEB Oro, pero palidece al pensar en perder las cuotas de inscripción de sus clubes, que superaron el medio millón de euros en total entre los 18 equipos que han tomado parte esta temporada.

(Noticia: Francisco Gayo/Foto interior: Hugo Álvarez/OCB)