Hace tres temporadas que se apostó por un proyecto de baloncesto profesional en Cantabria, tras muchos años sin un equipo en estas categorías en Cantabria. Desde la desaparición del Cantabria Lobos (fundado como SAB), en Cantabria no había baloncesto profesional. En la primera temporada en la Liga LEB Plata, el conjunto cántabro hizo un buen papel asegurando la continuidad del proyecto una temporada más, y clasificándose para luchar por el ascenso a la Liga LEB Oro, aunque no pudo culminar en su primera intentona.

En su segundo año, una gran primera vuelta clasificó al equipo, por aquel entonces santanderino, para luchar nuevamente por el ascenso a la Liga LEB Oro, pero tras la disputa de tres encuentros de esa segunda fase, la competición se paró de forma abrupta por los motivos que todos conocemos, y que nos acompañan en la actualidad.

En su tercera temporada en la categoría, la tercera además del técnico David Mangas, el equipo ha dado un giro de 180º. A comienzos del verano, el conjunto se trasladó a Torrelavega, para disputar sus encuentros en el Pabellón Vicente Trueba, cancha donde se fraguó el ascenso del Caja Cantabria a la Liga ACB. Además, nuevo nombre para el equipo, y nueva identidad. Precisamente, esta nueva identidad hace un guiño a aquel ascenso, mostrando la silueta de Miguel Ángel Cabral con el puño al aire, evocando una de las fotos más icónicas de la hazaña de la localidad del Besaya.

El Baloncesto Profesional vuelve a la localidad torrelaveguense, gracias también al esfuerzo de las Instituciones, que apostaron por el proyecto desde el minuto cero. Nuevo nombre en competición para una nueva etapa, donde el conjunto rojinegro buscará asegurar la categoría una temporada más por la vía rápida, consolidar el proyecto con un grupo de trabajo sólido de la mano de los clubes locales, y afrontar la difícil misión de llegar a la antesala de la ACB, la Liga LEB Oro.

Para ello, una temporada más han confiado en la figura de David Mangas. Un líder nato, que es capaz de conjugar todas sus piezas para hacer un equipo de trabajo sólido en un ambiente agradable y con plena confianza. Y eso es fundamental a la hora de construir y liderar un equipo: la gente que te rodea tiene que creer en ti, y en tu trabajo. Acompañado por segunda temporada consecutiva de Álex González, joven entrenador de Torrelavega, incorporan en los banquillos a Alberto de la Guerra, entrenador de la localidad del Besaya, ex-director deportivo de CBT Torrelavega, y a Pablo Sánchez, ex-jugador de Grupo Alega Cantabria.

Además, el cuidado de los jugadores continúa a cargo de Zaira Sánchez (fisioterapeuta) y de Miguel Blanco (médico), y se incorpora en la parcela física Lucas Vidania (compaginando con CB Solares). Respecto a la plantilla, la apuesta de este año es por sumar jóvenes talentos de la región, para posibilitar la continuidad de su formación.

En esta línea, llegan al equipo Pablo Ricciardiello (procedente de CBT Torrelavega), en su primera experiencia profesional tras la etapa junior, Gio Contreras (procedente de CB Solares), que da el salto de EBA a LEB Plata tras completar una buena temporada el año pasado de la mano de Asier Gordo, y Luis Gómez (procedente de Pas Piélagos), que afronta su primer año como profesional. 

En estos primeros compases de la temporada, hemos podido observar como Gio Contreras aporta velocidad y carácter a la hora de defender, y es un base que si sigue progresando en esta línea, no tardará en ser un jugador consagrado en la Liga. Luis Gómez es un jugador que tiene mucho talento, y tiene que explotar sus virtudes, perdiendo el miedo a tirar. Poco a poco se irá abriendo un hueco en la competición, y ha conseguido arañar minutos aprovechando las oportunidades que le ha ofrecido Mangas.

Para completar la cuaterna cántabra, se cuenta con Álvaro Palazuelos. Un jugador asentado en la Liga LEB Plata, con un gran nivel de competición y que sin duda se ha hecho un hueco en la categoría. En su tercera temporada en el club, poco a poco ha ido tirando la puerta abajo promediando esta temporada 19 minutos por partido y 7 puntos. Buen tirador de tres, la temporada pasada acabó con un 40% de acierto, y esta promedia un 39%.

No es cántabro, pero casi. Pablo Albisu, que por motivos de estudios se afincó este año en Torrelavega, se incorpora al equipo cántabro para aportar lucha, intensidad, defensa y sobre todo, equipo. Es uno de esos jugadores que une en el banquillo, que tiene carácter y que apoya a sus compañeros hasta la extenuación. Muchos intangibles los que suma el joven vasco.

Para conjugar todas estas piezas, David Mangas y su cuerpo técnico ficharon a 7 jugadores más o menos consagrados. Al base llegó Will Perry, que retorna a la LEB Plata tras su paso por Zamora la temporada 16-17, y un periplo internacional. Buen director de juego, con buenos porcentajes de tiro, supone una amenaza para cualquier defensa. Acompañado al escolta por Sango Niang, uno de los mejores 1x1 de la Liga, llega a la LEB Plata tras promediar 12 puntos en 26 minutos de juego en LEB Oro durante la temporada pasada en Marín. 

Sango es capaz de determinar partidos, y sin duda alguna, las bolas calientes pasarán por sus manos. Por otro lado, en el puesto de Alero, llegó Leo Cizmic. El croata viene de despuntar en el Grupo Este la temporada pasada, y afronta su gran oportunidad de liderar en su posición a un equipo con aspiraciones al ascenso. Comenzó la temporada con cierta irregularidad, pero cada vez está desplegando un juego más sólido y en los últimos partidos se ha convertido en una de las principales amenazas del conjunto cántabro.

Walter Junior y Tom Granado completan el juego interior. El primero de ellos, al 4. El jugador madrileño está realizando la mejor temporada de su carrera. 4º mejor anotador de la liga, mejor reboteador de la liga, y MVP provisional de la liga, todo ello en el Grupo Oeste. Ha firmado varias actuaciones de doble-doble, y ha sido el mejor jugador del partido en varios de los encuentros del conjunto cántabro. Calidad en ataque, carácter en defensa y rebote, ha sumado 19 rebotes en un único encuentro hasta en dos ocasiones. 

Tom Granado, por su parte, es uno de esos 5 de la vieja escuela, que juega de cara al aro, con movimientos de pívot de antaño, de esos pívots físicos que nos gustaba ver luchando bajo los aros, por ganar la posición. Es capaz de lanzar desde 3-4 metros, y además, tiene tiro de 6,75. Amenaza en todos los aspectos del juego. Viene de jugar en Valladolid en LEB Oro, en busca de realizar las actuaciones que hace dos temporadas fue capaz de hacer en Almansa.

Completan la plantilla dos figuras que continúan de la temporada pasada: Carlos Toledo, que asume las funciones de capitán del conjunto cántabro. Jugador consolidado en la categoría, que allá donde va, se hace un hueco entre la afición y estamentos del Club. No hace falta hablar de las prestaciones de Carlos Toledo, ya que son de sobra conocidas en la competición. Y por otro lado, una de las apuestas de la temporada pasada. Stephen Ugochukwu, que a pesar de haberse incorporado casi dos meses más tarde al equipo, y después de nueve meses de parón, poco a poco va cogiendo ritmo y va siendo el jugador que se espera que sea.

Esta temporada, Grupo Alega Cantabria comenzó con 4 victorias consecutivas en pretemporada y 5 más en competición oficial, pero un parón de casi 21 días a causa de aplazamientos de partidos por necesidad de los rivales, provocó que esa racha se rompiera encajando 3 derrotas en los siguientes 6 partidos (3-3). Si bien es cierto que dos de las derrotas fueron merecidas y claras (ante Ponferrada y ante NCS Alcobendas) donde el equipo no dio una buena imagen, el conjunto cántabro ha conseguido volver a sacar ese carácter en la pista que le generó muy buenas sensaciones en el primer tramo de la temporada, y consiguió vencer en un difícil partido en Algeciras, y a pesar de que cayó derrotado ante el líder de la competición, dio una buena imagen.

(Artículo: Borja Barrete/El Rincón del Basket – Fotos: Hugo Gómez/Grupo Alega Cantabria)