ENTREVISTA A ÁLEX RUBIERA (UMF SNAEFELL)
Conversamos con el base gijonés sobre la temporada recién finalizada, su fichaje por el Snaefell islandés y muchas cosas más.
Asturbasket charló largo y tendido con Álex Rubiera. Muchos temas salieron a la luz en nuestra conversación con el base gijonés: sus experiencias en Grecia y Alemania la pasada campaña, su fichaje por el UMF Snaefell islandés donde compaginará su papel como jugador del equipo masculino con la tarea de entrenar al conjunto femenino, su carrera profesional y muchas cosas más.
Asturbasket: La última temporada la comenzaste en el KAOD Drama griego. ¿Cómo fue esa experiencia?
Álex Rubiera: Bueno, pues la valoro como muy positiva. Era la primera vez que jugaba en Grecia y descubrí un país nuevo, que tiene mucho baloncesto. Habia una ilusión tremenda por el equipo, que acababa de subir al equivalente a LEB Plata. En ese aspecto, me encantó y conocí a un montón de gente nueva. Luego es cierto que el equipo no llegó a funcionar. Empezamos mal desde el inicio a nivel de resultados y no terminamos de salir de esa dinámica negativa. Entonces tomé la decisión de irme de allí a finales de enero.
A: Entonces te surgió la opción de fichar en Alemania por el equipo vinculado al Phoenix Hagen de Pro A, en concreto el Haspe de Regionalliga.
AR: Sí, después de salir del KAOD Drama, intenté buscar rápidamente otro equipo para poder terminar la temporada en algún sitio,. Me surgió esta opción de jugar con el Haspe y poder también entrenar con el Phoenix Hagen, que ha estado jugando los playoffs para subir a la Bundesliga.
A: ¿Qué valoración haces de tu paso por tierras germanas?
AR: Aquí la experiencia fue mucho mejor a nivel de resultados. Me llevaron para tener un rol importante gracias a mi buena reputación en Alemania. Conseguimos llegar al playoff de ascenso, que era el objetivo del club, y ambas partes quedamos muy contentas con todo.
A: Hagen es una ciudad con mucha tradición de baloncesto en Alemania, incluso un club de esa ciudad, el SSV Hagen, fue campeón alemán en la temporada 1973-74. ¿Notaste ese ambiente de baloncesto en la ciudad?
AR: Sí, es una ciudad que respira baloncesto. Tienen al Phoenix Hagen, liderando el basket en la ciudad como proyecto referente. Pero luego también hay bastantes equipos en ligas menores como es el caso del SV Haspe, el BG Hagen u otros.
A: Por otro lado, Alemania es el vigente campeón del mundo de baloncesto y la Basketball Bundesliga es una competición que crece cada temporada y además con mucho criterio. Todo ello en un país grande, pero en el que está el todopoderoso fútbol y otros deportes muy seguidos como el balonmano o el hockey sobre hielo. Supongo que te habrás motivo por canchas de Bundesliga y otras categorías, y habrás podido palpar ese crecimiento del baloncesto alemán.
AR: Sí, yo tuve la oportunidad de ver partidos de todas las ligas de Alemania, empezando por el Phoenix Hagen, con el que estaba en dinámica de entrenos, y que siempre llenaba su pabellón en sus partidos en casa. Es un pabellón pequeño, pero que siempre tenía un ambientazo con gente animando y afición desplazándose con el equipo a los diferentes desplazamientos. Incluso en las ligas menores también se veían pabellones con muy buenas entradas. El baloncesto es un deporte en clara trayectoria ascendente en Alemania.
A: Tu destino para la próxima campaña es el Snaefell islandés. ¿Qué te lleva a fichar por este equipo?
AR: Bueno, siendo sincero, está opción fue totalmente inesperada. Al final es la primera vez que firmo tan pronto por un equipo en mi carrera. Esta opción surge por el entrenador del Snaefell, que se llama Gunnlaugur Smarason, que ya me conocía de mi pasado en Islandia. Después de las dos temporadas que pasé allí, tengo cierto nombre y diversos equipos islandeses me tocaron para volver en los veranos anteriores. Surgió esta oportunidad, yo al principio no la consideré demasiado, porque pensaba que ya era una liga en la que había acabado mi etapa. Pero sinceramente la oferta económica me pareció muy difícil de rechazar, nunca había tenido una oferta de ese nivel. El Snaefell siempre ha tenido mucha tradición de baloncesto femenino, pero ahora parece que quieren invertir más dinero en el masculino. Han hecho un esfuerzo muy grande para poder ficharme, por lo que he aceptado sin ninguna duda.
A: Me comentas de ese equipo femenino del Snaefell, y ahí llega una de las grandes novedades relacionadas contigo, y es que la próxima temporada te estrenarás como entrenador profesional dirigiendo a las chicas de tu nuevo club. ¿Fue algo que se dio dentro de la oferta o cómo fue el tema?
AR: (Risas) Bueno, la verdad es que fue algo sorprendente, pero es cierto que en los países nórdicos es bastante común el hecho de añadir el trabajo de entrenador de otros equipos del club. De esa manera, se aumenta el salario y mejoran las condiciones económicas del jugador. El club tenía mucho interés en mí, y esta fue la opción extra que me propuso para terminar de convencerme. Ellos me preguntaron por mi experiencia como entrenador. Durante casi todos los años de mi carrera, he ido entrenando a equipos de categorías inferiores en los clubes en los que militaba. Eso me ha permitido ir sumando experiencias, que fue algo que el Snaefell valoró positivamente y terminar por darme la confianza para abordar ambos proyectos.
A: Va a ser un año de mucho trabajo, Álex, compaginando los entrenos en el equipo masculino y la preparación táctica y de entrenamientos del femenino.
AR: Pues sí, mucho trabajo. Ya lo he hablado con los directivos del club, que me tocará estar día y noche en el pabellón, pero me encanta entrenar, por lo que lo considero un reto muy ilusionante, que también puede abrirme puertas en la faceta de entrenador
A: Los años van pasando y te vas convirtiendo en todo un trotamundos. Ya son muchas temporadas sin jugar en España. No sé cómo analizar esta cuestión, si es que te gusta mucho ese viaje constante por otros países, o, por otra parte, si el baloncesto español no es todo miel sobre hojuelas y aunque las competiciones sean muy buenas, las condiciones económicas no lo son tanto.
AR: Bueno, yo lo explicaría en el sentido de que, en mi experiencia personal me ha ido bastante mejor fuera, tanto a nivel de condiciones como a nivel de rol en los diferentes equipos que he estado. Yo nunca he tenido problema por salir de España a jugar, y siempre estoy dispuesto a irme a donde me valoren más y me traten mejor en todos los aspectos dentro y fuera de la cancha. Evidentemente el baloncesto español tiene muchísimo nivel y la calidad es tremenda. Por eso está tan bien valorado fuera de nuestras fronteras. Pero cuando hablo con mis colegas que siguen jugando en España, últimamente recibo muchas preguntas e interés por salir a jugar fuera por parte de ellos. Pero bueno, al final cada uno busca lo que quiere.
A: Supongo que en ese aspecto también influye tu carácter y tu facilidad para amoldarte a otros países. Ya te fuiste muy joven a Estados Unidos para estudiar y te gusta conocer y jugar en otros países.
AR: Desde luego. A mí me encanta viajar y tener la posibilidad de conocer otras culturas. Evidentemente yo intento integrarme lo máximo posible a cada país que voy, aprender algo del idioma que se hable allí, socializar con los locales… Me encanta todo ese proceso y no tengo ningún problema en sobrellevar esas situaciones. En ese aspecto, estoy muy agradecido por poder todo esto gracias al baloncesto, y voy a intentar exprimir estas posibilidades al máximo.
A: Bueno, a nivel de idiomas, te ha tocado lidiar con unos cuantos difíciles como islandés, alemán, sueco o griego.
AR: (Risas) Me descargo Duolingo en cada país al que me toca ir a jugar, que es una aplicación que está muy bien. Desde luego, los idiomas nórdicos son muy complicados, pero ya había estudiado alemán en el colegio y el griego, a pesar de que es totalmente distinto, tampoco me pareció tan difícil. Además, que yo era el único extranjero en el equipo y todo era en griego, por lo que me vi forzado a aprender algo.
A: Precisamente ahora estás en China, repitiendo una experiencia que ya viviste el año pasado, con un combinado de jugadores españoles dirigido por un entrenador al que conoces muy bien, como es Xavi Mascaró, que ya te dirigió en el Helsingborgs sueco.
AR: Esta es la tercera vez que estoy en China haciendo un tour de exhibición. Estoy compartiendo equipo con caras conocidas y jugadores importantes en Ligas FEB como Pablo Córdoba, Ismael Tamba, Jeffrey Godspower y muchos otros, con Xavi Mascaró, con el que ascendí a Primera División sueca con el Helsingborgs. Estamos jugando partidos en distintas ciudades chinas contra equipos de la NBL (la segunda división china) y combinados estadounidenses y rusos.
A: No me resisto a preguntarte cómo ves la situación del baloncesto asturiano, y más concretamente gijonés, desde lejos. Tú que pasaste por clubes como Gijón Basket o Círculo.
AR: Hombre, pues cada año que pasa parece que hay que ser más crítico, porque la situación ha ido empeorando en estos últimos años. Yo siempre sigo a los equipos asturianos pero esta última temporada se han producido 2 descensos a 1ª Nacional, y tampoco hemos tenido ningún equipo peleando por los playoffs. Creo que se han dado bastantes pasos atrás con respecto a lo que éramos hace unos pocos años, y no es agradable ver al baloncesto de tu ciudad no peleando por objetivos más ambiciosos. Pero yo siempre tengo la esperanza de que algún día esto cambiará y remontaremos entre todos esta situación.
(Entrevista: F. Gayo)