Cuando un equipo depende en exceso de un jugador suceden estas cosas. La Dani dependencia que padece este equipo quedó plasmada ayer en un equipo soso, falto de ideas y en definitiva de iniciativa.

La oportunidad desechada por Oviedo en la tarde del sábado no ha podido ser peor. Melilla, uno de los equipos con peor balance de la liga fuera de casa, con tan solo cuatro victorias, viajó al Principado con la baja de uno de sus mejores hombres, Pedro Rivero. Ni con esas los locales estuvieron a la altura del juego ordenado, vistoso y bonito que norte africanos mostraron en Pumarín.

Como bien he dicho la victoria melillense se fraguó desde el orden, tanto ofensivo como defensivo. Un calco al partido de ida que bien podía haberse evitado. Jorge Sanz volvió a llevar la batuta del juego melillense y causó estragos en la defensa de Oviedo cada vez que, tras buscar los bloqueos de Arteaga, conseguía dividir y finalizar o doblar el balón.

Cada vez que la pelota llegaba a Oliver Arteaga era necesario suspirar. El center de Melilla estuvo muy por encima del nivel ofrecido tanto por Moha Barro, fallón en los tiros libres, como de un Felipe Dos Anjos que cada vez huele más a pólvora mojada. Arteaga castigó junto a Kevin, ex jugador del Unión Financiera Baloncesto Oviedo, el rebote ofensivo, esa fue la primera brecha del casco.

Con 16-19 y malas sensaciones se llegó al final del primer cuarto. Unas malas sensaciones que lejos de disiparte se acrecentaron en el segundo acto. Oviedo seguía sin orden, Fabio Santana fue incapaz de marcar un ritmo constante al juego de los azules y eso se pagó. Fredo Ott y Suka entraban como "Pedro por su casa" cada vez que recibían en el perímetro a raíz de los cambios en el emparejamiento cada vez que se producía una situación de bloqueo o pantalla. El defensor interior de Oviedo se quedaba con el exterior de Melilla y viceversa, provocando así una doble ventaja. La primera y más obvia la sustancial diferencia física entre los aleros ovetenses y los interiores de Melilla que castigaban en la pintura a la defensa local, además ello también perjudicaba a la captura de un posible rebota, ya que los hombres altos de Oviedo no estaban en la zona.

La segunda y evitable fue la dejadez en algunas ocasiones cuando estos se veían rebasados por la velocidad de Suka, sin ayudas en el interior de la zona, el veterano escoltado sumó a costa de una floja defensa.

Los únicos minutos en los que Oviedo mantuvo el pulso a Melilla fue con Dani Pérez en pista. Durante los escasos dos minutos que el base guío a Oviedo se abrió una puerta a la esperanza que se cerró tan rápido como el base local se vio apartado del juego por sus molestias. 30-33 y 15 minutos para pensar en la remontada.

El tercer cuarto fue sin lugar a dudas los peores 10 minutos de Oviedo en lo que va de temporada. A merced de Melilla, Oviedo recibió golpe tras golpe y tan solo fue capaz de anotar 9 puntos por los 19 de los visitantes, el partido parecía sentenciado.

Con un 39-52 el efecto Pumarín quiso volver a aparecer en el último cuarto, Oviedo se situó a tan solo 6 puntos, pero Melilla apagó cualquier reducto de reacción por parte de Oviedo y sentenció un partido que no deja más que evidenciar el bajón físico y moral de este equipo en la segunda vuelta. Derrotas inexplicables antes equipos inferiores. El problema no es perder en casa contra Melilla, la mejor plantilla que ha pasado por Pumarín de lejos, el error grave es perder el Lleida, es Huesca, con Breogán en casa, en fin, una serie de acontecimientos que han convertido el partido de la semana que viene en Coruña en una final anticipada.

UNIÓN FINANCIERA BALONCESTO OVIEDO (62): Santana.F (5), Rodríguez.M (-), Jesperson.P (12), Salvó.M (6), Barro.M (13)  –quinteto inicial- Martínez.C (2),  Hernández- Sonseca.E (10), Sans.A (2), Pérez.D (-), Pérez.V (-), Löfberg. J (5), Dos Anjos.F (7).

CLUB MELILLA BALONCESTO (73): Sanz.J (4), Ott.A (4), Almazán.P (9), van Wijk.K (9), Arteaga.O (13) –quinteto inicial- Almazán.E (4), Larraona.P (-), Gatell.E (5), Fall.M (-), Manzano.H (14), Suka.M (11).

PARCIALES: (16-19) – (30-33) – (39-52) – (62-73).

(Crónica: Asturbasket)