EL LÍO QUE VIENE... ¿LIGA ENDESA DE 18 O 20 EQUIPOS? PROS Y CONTRAS
Los 18 clubs que forman la Liga Endesa se posicionan totalmente en contra de que suban 2 equipos desde LEB Oro. No quieren una liga de 20 conjuntos, pero el acuerdo firmado en su día por ACB y FEB, le da la razón a los clubs de LEB Oro. ¡Se viene quilombo!
Se está cocinando a fuego lento el penúltimo y enésimo conflicto del baloncesto español. En esta ocasión, todo arranca con la pandemia del coronavirus, que tiene paralizadas las competiciones de baloncesto en nuestro país desde el 8 de marzo.
La Federación Española de Baloncesto decidió el pasado 8 de mayo dar por concluidas las competiciones que ella organiza sin conceder campeones ni determinar descensos con las correspondientes ampliaciones en muchas de esas ligas.
Únicamente la LEB Oro, la LEB Plata y la Liga Femenina 2 están a la espera de ver si se pueden celebrar unas fases de ascenso exprés en sede neutral y, por supuesto, a puerta cerrada.
Planteamiento en cierto modo similar tiene la Liga Endesa respecto a lo que hacer con la temporada 2019-20, toda vez que se ha tomado la decisión unilateral de que no haya descensos a la LEB Oro, posiciones que en el momento del parón ocupaban Montakit Fuenlabrada y Movistar Estudiantes.
En el caso de que la liga no se pueda reanudar, se declararía desierta o sin campeón, aunque la firme intención de la ACB es jugar una fase por el título en sede única con 12 equipos divididos en 2 grupos de 6 conjuntos cada uno. Tras esas liguillas de cinco jornadas, pasarían los dos primeros a semifinales, que se disputarían a partido único al igual que la final.
El conflicto que se cierne sobre el basket español está en la intención de la FEB de que haya los dos ascensos desde LEB Oro que corresponden a cada temporada, pero la ACB y sus 18 clubs ya se han manifestado abiertamente en contra de esa opción, pues no contemplan de ningún modo que haya una liga de 20 equipos.
A favor de la FEB y los clubs de LEB Oro está lo firmado tras el acuerdo alcanzado en julio de 2017, cuando ACB y FEB acordaron dos descensos de Liga Endesa a LEB Oro y dos ascensos en sentido inverso, acuerdo ratificado por el Consejo Superior de Deportes, que a nadie se le olvide.
Carramimbre CBC Valladolid y Delteco Gipuzkoa, que ocuparían esas dos posiciones de ascenso si no se disputara la fase exprés, han puesto el grito en el cielo y razón no les falta, ya que no tienen, evidentemente, ninguna culpa de que se haya producido esta situación de pandemia global.
PROS Y CONTRAS DE UNA LIGA DE 20 EQUIPOS
Numerosas opiniones se han vertido a favor y en contra de una competición de 20 equipos en el baloncesto español. El principal problema que surge cuando se plantea esa opción, es, como no podía ser de otra forma, lo cargado del calendario baloncestístico, que la próxima temporada tendrá además los Juegos Olímpicos de Tokio, movidos para el 2021 a raíz del COVID-19.
Sobre todo, los equipos de Euroliga que ya afrontan un calendario muy comprimido con jornadas dobles de competición europea muchas semanas. Una liga regular en Liga Endesa de 38 jornadas, en lugar de las 34 de las últimas temporadas, supondría un mes más de competición o, en su lugar, encajar esas cuatro jornadas adicionales en medio de algunas semanas libres si es que las hay.
Otro factor que pesa muy en contra es que una liga de 20 equipos traería aparejados cuatro descensos de cara a la temporada 2020-21, escenario que los conjuntos modestos de Liga Endesa no quieren ver ni en pintura.
Pero pasemos a analizar los puntos a favor de dicha ampliación. El primero de todos ellos es el más fundamental y obvio. Se haría justicia a los equipos de LEB Oro y se cumpliría con lo acordado, ni más ni menos.
En segundo lugar, y para salvar el problema de esa liga regular de 38 jornadas, se podría diseñar un sistema de competición diferente, por ejemplo, con 2 grupos de 10 equipos, el cual serviría también para refrescar ese aspecto de la competición algo oxidado.
También se ha sugerido por parte de algunos, eliminar los playoffs con lo positivo y negativo que acarrearía dicha posibilidad. Por un lado, se ganaría tiempo si no hubiera playoffs y cada victoria/derrota valdría su peso en oro, con cero relax para los grandes. En contrapartida, una competición sin playoffs iría muy en contra del baloncesto moderno, eliminando la parte más emocionante, intensa y mediática de la competición.
Sea como sea, se nos avecina la enésima “crisis diplomática” entre ACB y FEB con el CSD como más que posible juez de paz y eterno mediador.
(Artículo: F. Gayo/Fotos interiores: ACB Photo y FEB)