EL LIBERBANK SABE SOBREPONERSE A LA AMENAZA MÁS MINÚSCULA (71-63)
En un partido poco vistoso, el cuadro ovetense se deshizo de un combativo Sáenz Horeca Araberri liderado por el eléctrico Junior Robinson. Un triple de Ahonen fue clave para sentenciar el partido del lado local.
Liberbank Oviedo Baloncesto 71 (17-17-18-19): Roope Ahonen (9), Oliver Arteaga (12). Rolandas Jakstas (10), Davis Geks (12) y Steve Spieth (8) – cinco inicial – Bryce Douvier (4), Joey Van Zegeren (2), Sergio Llorente (8), Ignacio Rosa (6) y Alonso Meana (0).
Sáenz Horeca Araberri 63 (16-13-20-14): Steve Robinson (26), Mathieu Kamba (9), Jean Emmanuel Pierre-Charles (10), Nedim Djedovic (4) y Kingsley Okoroh (3) – cinco inicial – Klym Aratamonov (2), Julen Landaida (0), Marcos Portález (0) y Milan Markovic (9).
Incidencias: muy buena entrada en un Polideportivo de Pumarín que rozó el lleno.
Árbitros: Joaquín Lizana, Eric Carrera y Ángel Antonio Albacete. Eliminados Bryce Douvier y Jean Emmanuel Pierre-Charles.
Pese a su microscópico tamaño, los virus pueden ser una amenaza mortal para cualquier ser vivo. Salvando las infinitas distancias la LEB Oro también cuenta con su “virus” particular, un jugador letal pese a su corta estatura, que asombra por su velocidad, acierto en el tiro y capacidad de salto. Hablamos de Steve “Junior” Robinson, máximo anotador de la competición y una de las sensaciones de la temporada.
El base estadounidense del Araberri brilló hasta el tercer cuarto, cuando ya sumaba 25 puntos y era el alma de su equipo. Su neutralización fue una de las claves para la sufrida victoria de un Liberbank Oviedo Baloncesto, que tuvo que sudar hasta el último minuto para doblegar la fuerte resistencia de un Sáenz Horeca Araberri imbuido de un gran espíritu de lucha.
Los vitorianos cuentan, además del destacado Robinson, con los servicios de un ramillete de jugadores más que interesantes que pueden estar labrándose un buen futuro en el basket profesional español como Mathieu Kamba, Jean Emmanuel Pierre-Charles o Milan Markovic.
El equipo dirigido por Manolo Povea jamás le perdió la cara al partido, manteniéndose a corta distancia en el marcador a la espera de dar el hachazo definitivo en la recta final. Afortunadamente el temple de Liberbank, apoyado en la calidad de algunos de sus jugadores, echó por tierra las ambiciones del cuadro vitoriano permitiendo sumar la cuarta victoria consecutiva.
Javi Rodríguez, en la posterior rueda de prensa, se quejaba amargamente de la poca intensidad puesta en juego por sus hombres a la par que advertía sobre la posibilidad de que con otro rival más potente, lo realizado no hubiera bastado para hacerse con la victoria.
No le faltaba razón al técnico de Porriño, El Liberbank no fue el de las grandes ocasiones, algo espeso en ataque por momentos y con grandes dificultades para contener a los hombres clave de los visitantes.
Los triples de Geks, Rosa y Spieth le dieron una pequeña renta al Liberbank en el primer cuarto, tan efímera como el poco tiempo que tardó Robinson en equilibrar la balanza (17-16).
Los ovetenses vivían de su acierto en el triple pero no se encontraban nada cómodos con el ritmo de juego con la cadencia casi siempre marcada por Robinson, que sacó la bonoloto en un par de triples muy afortunados, y Artamonov.
Araberri se puso 4 arriba en el electrónico (21-25), pero la reacción local fue contundente, de nuevo desde la línea de 6,75 sumando un parcial de 11-0. Arteaga fue el encargado de cerrar el primer tiempo con una canasta que dejaba las cosas en un parco 32-29.
Steve Robinson pasó a dominar el tercer periodo, con una serie de 11 puntos para un Araberri que se puso por delante en el numerador de forma fugaz (47-48). El Liberbank castigaba con su juego interior con Arteaga y Jakstas muy activos (52-49).
Las cosas cambiaron en el último periodo, con un parcial de 6-0 de salida que concedía cierto alivio a la parroquia local (58-49), pero lo más importante fue el poder atar en corto al veloz Robinson, que se quedaría en un solo punto en este último acto.
De todos modos, el conjunto de Manolo Povea, incansable en su esfuerzo, recortaba hasta ponerse a tan solo tres puntos (64-61) con 2:25 aún por jugar. Surgió entonces la figura de un Roope Ahonen que hasta el último periodo había estado negado de cara al aro rival.
Pero la calidad del base finlandés es incuestionable así como una frialdad bien entendida que le permite aparecer en los momentos más comprometidos. Un triple suyo en ese momento caliente del partido fue el principio del fin para las aspiraciones vitorianas. Luego el propio Ahonen se encargó de sentenciar el duelo desde la línea de personal para asegurar la segunda plaza en la tabla para el Liberbank Oviedo.
(Crónica: F. Gayo/Fotos: Asturbasket)