El Eurobasket 2022 por fin ha completado su nómina de 24 participantes. Tras una larga fase de clasificación compuesta por tres rondas pre-calificatorias y la propia fase de clasificación, ya se conoce el nombre de todos los países que lucharán por su suceder a Eslovenia en la lista de campeones, tras el título obtenido por los Doncic, Dragic y compañía en Estambul en 2017.

Los últimos países en asegurar su pase a la fase final fueron Estonia y Lituania el pasado lunes, dejando fuera de la misma a Macedonia del Norte y Dinamarca respectivamente, dos conjuntos que venían de la primera ronda pre-calificatoria. Los países que han tenido un camino más largo a la hora de conseguir su billete para el Eurobasket 2022 han sido Bélgica y Gran Bretaña. Los belgas lograron el pase comenzando su andadura en la segunda ronda de la pre-calificatoria, mientras que los británicos aún tuvieron que pasar una tercera. Ambas formaciones pasaron posteriormente a la fase de clasificación, donde tras las seis jornadas de rigor, se hicieron con el pasaporte a la mayor cita de selecciones nacionales en Europa.

El Eurobasket 2022 se iba a celebrar en principio del 2 al 19 de septiembre del 2021, pero debido a la pandemia del COVID-19 y el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio del 2020 al 2021, se han movido al próximo año, en concreto del 1 al 18 de septiembre.

Cuatro países serán anfitriones del Eurobasket 2022: Alemania, Georgia, Italia y República Checa con la Primera Fase celebrándose en Colonia, Tiflis, Roma y Praga y la Fase Final en Berlín.

De los países que se han quedado fuera de la cita continental, llama la atención la ausencia de Letonia, que perdió su oportunidad al caer en la quinta jornada en el duelo clave ante Bulgaria por un apretado 65-66. Otros equipos de buen nivel han sufrido mucho para poder sacarse el billete para el Eurobasket 2002, casos de Turquía, Francia o la misma Lituania que se la jugó el pasado lunes en un dramático choque ante Dinamarca, resuelto a favor de los bálticos por otro marcador ajustado: 76-77.

ASÍ QUEDARON LOS GRUPOS

GRUPO A

1. Israel 5-1
2. España 4-2
3. Polonia 3-3
4. Rumanía 0-6

GRUPO B

1. Italia 4-2 *
2. Rusia 4-2
3. Estonia 2-4
4. Macedonia del Norte 2-4

GRUPO C

1. Bélgica 4-2
2. Lituania 4-2
3. República Checa 2-4 *
4. Dinamarca 2-4

GRUPO D

1. Croacia 4-2
2. Países Bajos 3-3
3. Turquía 3-3
4. Suecia 2-4

GRUPO E

1. Serbia 4-2
2. Georgia 4-2 *
3. Finlandia 3-3
4. Suiza 1-5

GRUPO F

1. Ucrania 4-2
2. Eslovenia 4-2
3. Hungría 4-2
4. Austria 0-6

GRUPO G

1. Francia 4-2
2. Gran Bretaña 4-2
3. Montenegro 3-3
4. Alemania 1-5 *

GRUPO H

1. Bosnia-Herzegovina 5-1
2. Grecia 4-2
3. Bulgaria 2-4
4. Letonia 1-5

Nota: con asterisco los 4 anfitriones que ya tenían su pase asegurado aunque tomasen parte en la fase de clasificación.

EDITORIAL: UN SISTEMA DE CLASIFICACIÓN INÚTIL E INJUSTO

La actual campeona del mundo, España, luchará el próximo año por seguir engrosando su listado de medalla en una nueva edición del Eurobasket. Pero seamos serios, ¿alguien en su sano juicio podía considerar que la posibilidad de que la Selección Nacional quedase fuera del Eurobasket? Viendo algunas reacciones eufóricas en las redes sociales o en la prensa, parece que sí. Eso hubiera significado que España hubiera quedado por detrás de Israel y Polonia, dos buenas selecciones, además de Rumanía, la perita en dulce que no ha logrado ni un solo triunfo en toda la fase de clasificación. Toda vez que de los cuatro integrantes del Grupo A pasaban los tres primeros, quedarse fuera significaba obligatoriamente quedar último, lo que hubiera sido un fracaso sin precedentes.

Pero profundicemos un poco más en lo que es un sistema de clasificación deleznable, muy en la línea de los sistemas de competición en boga en muchas disciplinas y competiciones del mundo del deporte últimamente, donde imperan la injusticia y la aleatoriedad.

El sistema de clasificación de este Eurobasket se ha compuesto, tras la criba de unas fases previas, de ocho grupos de cuatro países cada uno donde se metían los tres primeros. Todo parecía claro, meridiano y justo, pero había una “trampa”, ya que en la fase de clasificación han participado los cuatro anfitriones del Eurobasket 2022, todo un sinsentido que hacía, que cualesquiera que fueran los resultados de Alemania, Georgia, Italia y República Checa, estos ya estuvieran todos clasificados. Curiosamente uno de ellos, Alemania, ha quedado último en el Grupo G con un balance de 1 victoria y 5 derrotas, mientras que tan solo uno de los organizadores, Italia, ha obtenido el primer puesto de su grupo, en su caso el B con 4 triunfos y 2 partidos perdidos.

Pero lo más curioso y a la par INJUSTO es que de los grupos donde había un anfitrión se clasificaban los dos primeros (más ese anfitrión), mientras que en los otros grupos pasaban los tres primeros. Es decir en los grupos B, C, E y G se clasificaban dos de tres participantes, un 67%, ya que un puesto estaba adjudicado para el anfitrión. Por el contrario, en los grupos A, D, F y H la clasificación estaba más “barata”, con 3 billetes para 4 equipos, un 75%.

¿En plena década de los 2020 y los sistemas de competición pueden ser tan absurdos e injustos?, ¿las mentes pensantes de la FIBA no son capaces de pergeñar algo con un mínimo de lógica? Parece ser que lamentablemente no…

Luego hay otro aspecto no menos importante que considerar. Aunque las ligas nacionales paran con las ventanas FIBA en la que se juegan los partidos clasificatorios para los torneos continentales (o la Copa del Mundo), hay competiciones que no se detienen como la Euroliga o la NBA. Este aspecto origina que la élite de los jugadores europeos no puedan estar presentes con sus selecciones, optando los países por presentar combinados B de circunstancias, que, por un lado, deslucen la propia fase de clasificación y por otro condicionan la misma, ya que no es lo  mismo que potencias como España, Francia, Grecia, Turquía o Lituania sean privadas de sus mejores jugadores que eso le ocurra a países pequeños que no pueden reemplazar a sus estrellas ni siquiera jugadores de segunda unidad, porque prácticamente todos sus jugadores medianamente importantes están en el extranjero. Ejemplos de este último caso serían Eslovenia o Letonia, que se quedaron fuera de la última Copa del Mundo. Los mismos letones, huérfanos de sus mejores piezas, se han visto apeados en esta fase de clasificación, circunstancia que seguramente no hubiera ocurrido de estar presente Kristaps Porzingis y compañía.

¿Cuál sería la alternativa para tener un sistema de clasificación más justo y equilibrado? Con un calendario más que sobrecargado, que lleva a constantes lesiones y los consecuentes perjuicios para los clubes, sería deseable otro sistema de clasificación en el que impere la justicia y todos tengan las mismas oportunidades. Obviamente la FIBA está muy cómoda con la presente situación, pero nos acordamos de tiempos pretéritos donde los Eurobasket se fragmentaban en divisiones, como de hecho se sigue haciendo con las categorías inferiores. Los ascensos y descensos correspondientes se dirimían en las respectivas fases finales, que se jugaban en verano y donde todos los países podían disponer de lo más granado de sus jugadores, a excepción de los lesionados obviamente.

Con una fase final en el “Eurobasket A”  con 24 países de los que 16 pasan a Octavos de Final, bien sencillo sería que los ochos restantes luchasen por la permanencia y evitar, por ejemplo, los cuatro descensos que llevarían a la División B. De esta forma, habría mucha más justicia y equidad, con la flor y nata del baloncesto europeo presente en las grandes citas (modelo exportable al resto de continentes) y de paso se liberarían unas cuantas fechas del recargado calendario.

(Noticia: F. Gayo)