Un nuevo evento de notable relevancia en el mundo del baloncesto podría verse afectado por la pandemia del COVID-19. Nos referimos al Draft del 2020, que estaba previsto para celebrarse el próximo 25 de junio en el Barclays Center de Brooklyn, pero vista la situación actual de la crisis sanitaria en Estados Unidos, se baraja como firme posibilidad la de verse retrasado hasta agosto o incluso septiembre.

Y es que la clásica ceremonia del Draft de la NBA suele tiene lugar entre una y dos semanas después de finalizar las Finales, por lo que estando la liga regular suspendida en estos momentos y sin una fecha exacta de reanudación en el horizonte, todo hace indicar que la temporada se podría alargar hasta bien entrado el verano.

Los 30 equipos de la competición llevan jugados entre 63 y 67 partidos de liga regular cada uno, por lo que les restarían entre 15 y 19 encuentros para completar los 82 de liga regular. Posteriormente vendrían unos playoffs con cuatro eliminatorias entre la Primera Ronda y las Finales, al mejor de 7 partidos cada una de ellas.

Obi Toppin

Retrasar el Draft parece la consecuencia lógica al escenario que estamos viviendo, ya que después de finalizar la temporada actual, tiene que haber un periodo para que tenga lugar la agencia libre y la preparación del Draft. El aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio, que finalmente tendrán lugar en el verano del 2021, da más margen de acción a la gerencia de la NBA en el sentido de ir planificando las diferentes fechas de la actual temporada, incluyendo final de liga regular y Playoffs, y de la próxima campaña, con estaciones como la agencia libre, el Draft o el comienzo de la misma.

El escolta Anthony Edwards (Georgia University) se posiciona como uno de los principales candidatos a ser elegido como el número 1 del próximo Draft, junto a otros jugadores como el alero Obi Toppin (Dayton University), el base Cole Anthony (North Carolina University), el ala-pívot Onyeka Okongwu (USC), el pívot James Wiseman (Memphis University) o el base LaMelo Ball, hermano de Lonzo Ball jugador de los New Orleans Pelicans.

Como es habitual, algunos jugadores europeos están en todas las quinielas para ser favorecidos con una elección alta en el próximo Draft. Hablamos de chicos como el base alto francés Theo Maledon (ASVEL Villeurbanne), el alero israelí Deni Avdija (Maccabi Tel Aviv) o el base también galo Kilian Hayes (Ratiopharm Ulm). No es europeo pero su padre sí que fue una leyenda en el pallacanestro. Hablamos del base Nico Mannion (Arizona University), hijo del fantástico anotador Pace Mannion que dejó una huella indeleble en el Pallacanestro Cantù durante cuatro temporadas (1989-1993).

(Noticia: F. Gayo/Foto interior: AP)