La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 está golpeando fuertemente a todo el mundo. La sociedad, en todos sus ámbitos, se ha visto paralizada por un virus agresivo que en el continente europeo, en particular, ha tenido graves consecuencias a nivel deportivo con la suspensión y cancelación de innumerables competiciones.

En el baloncesto español, la Liga ACB anunció este pasado lunes que la liga quedaba suspendida por unanimidad hasta el 24 de abril con la intención de retomar la competición si fuera posible.

En las competiciones organizadas por la Federación Española de Baloncesto, la situación es bastante diferente. Con un organismo federativo mudo y sin capacidad de reacción, todos los clubes de LEB Oro, Liga Femenina, LEB Plata, Liga Femenina 2 y Liga EBA permanecen a la expectativa tras la decisión tomada ayer de ampliar de modo provisional el aplazamiento de todas las ligas en la jornada del 28-29 de marzo.

El estado de alarma general en España ha provocado que algunos equipos hayan optado por solicitar el ERTE debido a las consecuencias económicas provocadas por el coronavirus. Estos son los casos de clubes como Levitec Huesca y B The Travelbrand Mallorca-Palma en LEB Oro o Mann Filter Zaragoza en Liga Femenina Endesa.

Además numerosos equipos están rescindiendo los contratos de sus jugadores o jugadoras, permitiendo que puedan regresar a sus hogares, especialmente en el caso de los extranjeros. Sin ir más lejos, el ADBA rescindía la relación contractual de sus cinco jugadoras no residentes en Asturias, casos de Jone Azkue, Laura Chahrour, la estadounidense DeAngelique Waithe, la keniata Mercy Wanyama y la portuguesa Marcia Carvalho. Días más tarde era el Círculo Gijón quien anunciaba en un comunicado que todos sus jugadores extranjeros a excepción de Robert Swift, ya estaban de regreso a sus respectivos países.

Los ejemplos no se circunscriben, como es lógico en una situación como la actual, a equipos asturianos. Así los tres jugadores norteamericanos del Cat&Rest Intragas Clima CDP de LEB Plata ya tomaron el rumbo a casa hace unos días, al igual que jugadores del Covirán Granada o el lituano Robertas Grabauskas del Levitec Huesca. En la Liga Femenina Endesa, los ejemplos son también muchos con las foráneas de conjuntos como Spar Citylift Girona, RPK Araski, Cadí La Seu, Durán Maquinaria Ensino o IDK Euskotren.

LA MAYORÍA DE EQUIPOS DE LEB PLATA Y LIGA FEMENINA 2 PIDEN LA CANCELACIÓN

Con los clubes preocupados por su situación económica y velando por la salud de sus jugadores, se han producido un par de movimientos en dirección a conseguir de la FEB una cancelación de la temporada en curso, señalando que con la situación sanitaria actual será muy complicado, por no decir imposible, conseguir fechas libres para poder concluir las mismas, además del aspecto temporal de los contratos de los jugadores que duran hasta fechas determinadas, provocando un posible vacío legal de complicada resolución.   

Los primeros en moverse en ese camino fueron 22 de los 28 equipos de Liga Femenina 2, que según una información publicada en la Cadena Cope de Murcia, solicitaron la cancelación definitiva de la temporada aduciendo razones como los pocos ingresos que reciben las jugadoras, el cierre de fronteras debido a la expansión global del COVID-19 o la economía de los clubes que han dejado de tener ingresos al suspenderse la competición.

Posteriormente fueron los equipos de LEB Plata los que movieron ficha, con 19 de los 24 clubes que componen la Fases de Ascenso y Permanencia solicitando asimismo la cancelación de la competición plateada. Otras de las razones esgrimidas fueron, por ejemplo, los gastos de viajes reservados que no se van a hacer o la clausura de las instalaciones donde estos equipos entrenan y juegan. En este caso, sí se conoce la identidad de los 19 clubes firmantes de esta solicitud, todos menos CB Prat, UDEA Algeciras y CB Marbella además de los filiales del FC Barcelona y del CB Gran Canaria. Cabe mencionar que el único equipo de la Fase de Permanencia que no firmó dicha solicitud ha sido el CB Marbella.

TURQUÍA SUSPENDE SU LIGA, MIENTRAS QUE MUCHAS LIGAS SE CANCELAN EN EUROPA

Precisamente hoy se ha conocido que la BSL turca ha sido la última liga de Europa en suspender su competición, quedando ahora el basket continental completamente paralizado.

Un total de 17 ligas europeas ya se han cancelado de forma definitiva: Ucrania, Eslovaquia, Lituania, Bélgica, Suecia, Suiza, Irlanda, Finlandia, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Noruega, Chipre, Luxemburgo, Hungría, Dinamarca. Islandia y Polonia. En muchos de los casos, se ha decidido un campeón, casos de Dnipro en Ucrania, Boras en Suecia, Oostende en Bélgica, Zalgiris Kaunas en Lituania, Belfast Star en Irlanda, Igokea en Bosnia-Herzegovina o Zielona Gora en Polonia. Otras ligas tienen pendiente de resolver la clasificación final, mientras que en el caso de Eslovaquia el campeón ha sido declarado desierto.

También es remarcable la situación de la CBA en China, país donde se originó la pandemia del coronavirus, suspendida el pasado 1 de febrero y con la intención de reanudarse a comienzos de abril, eso sí, en régimen de concentración en las ciudades de Qingdao y Dongguan y disputándose los partidos a puerta cerrada. Muchos de los extranjeros que militan en equipos chinos ya han regresado o están en camino de hacerlo, arriesgándose los que no vuelvan a una sanción de tres años sin jugar en la CBA.

DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA

Otro aspecto a considerar en el caso de una posible o hipotética reanudación de las competiciones es la forma física que pierdan los jugadores, arriesgándose a posibles lesiones. Un parón de varias semanas o incluso más de un mes, supondría prácticamente regresar al ritmo competitivo sin una necesaria segunda pretemporada por el medio. Esto sin contar la salud de jugadores, entrenadores, personal de los clubes, aficionados y medios de comunicación que acudieran a los encuentros en las condiciones que se permitieran.

Por otro lado, también habría que poner en la balanza qué ocurrirá con las cantidades desembolsadas por los abonados de los equipos, que se van a quedar sin una buena parte de la temporada, sobre todo en competiciones como LEB Oro o LEB Plata. Un tema similar puede ser el de los diferentes patrocinadores que hayan invertido determinadas cantidades por unos proyectos que se quedan a mitad de camino, aunque evidentemente sea por causas ajenas a la voluntad de cualquier parte implicada.

(Artículo: F. Gayo/Fotos interiores: Tania Fernández/OCB, Asturbasket y Euroleague)