DUELO DE TERCERAS DIVISIONES: LEB PLATA ESPAÑOLA VS NM1 FRANCESA
Nuestra compañera Marion Keller debuta en Asturbasket con una interesantísima comparativa entre la LEB Plata y la NM1. Los terceros escalones de los baloncestos español y francés de la mano de una experta en ambas competiciones.
Dos ligas que parecen similares, pero que esconden una realidad muy diferente.
- La francesa, con sus 28 equipos, divididos en 2 grupos de 14 equipos es una liga profesional que tiene fama de cuidar de su jugador local, dando al mismo tiempo mucho protagonismo a sus refuerzos.
- La española, con sus 24 equipos, divididos en 2 conferencias de 12 equipos es una liga que tiene mucha incorporación extranjera, y que ha ganado mucho respeto en el continente europeo.
A primera vista, hablando de diferencias entre esas dos ligas, lo que impacta es la construcción de plantillas. Aunque la reglamentación suele variar cada temporada, en la LEB Plata todos los equipos tienen un importante número de refuerzos extranjeros. Para la temporada 2019-20, si analizamos rápidamente las plantillas, el Bodegas Rioja Vega CB Clavijo se puede considerar como un equipo muy protector del jugador nacional con solamente 3 jugadores no españoles, configuración que volvemos a descubrir en Basket Navarra con un trio foráneo, ambos equipos contando con dos europeos y un estadounidense. Por el lado opuesto da el caso único de un equipo con 7 jugadores extranjeros, como el Enerdrink UDEA Algeciras con sus 4 jugadores cotonous, 1 estadounidense, 1 lituano y 1 gibraltareño (ciudadano británico). Estadísticamente, en toda la LEB Plata de este curso 2019-20, encontramos una media de 4,8 jugadores no españoles en cada plantilla.
En la Nationale Masculine 1 francesa, se trata de una configuración menos abierta a la hora de traer talento de fuera. En efecto, los equipos ven reducidas las plazas para jugadores no franceses. Si hacemos el mismo análisis, los datos son los siguientes:
el número máximo de jugadores extranjeros por equipo es de 4. Aun así, los GMs franceses parecen no considerar necesaria la incorporación de muchos refuerzos ya que la media está en 2,5 extranjeros por plantilla, con dos equipos sin ningún jugador no francés, el CFBB - Centro Federal de Formación - y Stade de Vanves. Irónicamente, ambos equipos van últimos en sus respectivas categorías.
INTERCAMBIO DE JUGADORES
Otra característica de la que se escucha hablar mucho en los últimos años es que la LEB Plata en particular y las ligas FEB en general ya no permiten a un jugador, ya sea local o foráneo, la estabilidad económica necesaria para cualquier atleta profesional. La tercera división francesa sí ofrece sueldos más atractivos. Por eso mismo, ya son muchos los jugadores españoles que han cruzado la frontera, no sin cierta melancolía, pero con la vista fijada en un objetivo: hacer carrera, jugar al baloncesto y sobre todo vivir de ello.
Para nombrar algunos, tenemos el caso de Asier Zengotitabengoa que se unió al Gries Oberhoffen alsaciano en el año 2017. Viniendo de LEB Oro, el alero firmó en este humilde club de NM1, junto a su compañero del CB Prat, Xavi Forcada. En tan solo una temporada, consiguen llevarse el premio de campeón de la liga, y suben al BCGO a la segunda división francesa, la ProB. Es impresionante la aportación de esos dos jugadores al equipo francés: para la temporada 2017-18, año del ascenso a ProB, Asier lograba una media de 15,4 puntos, 3,8 rebotes y 1,7 asistencias por partido y su cómplice Forcada rondaba los 11,9 puntos, 3,2 rebotes y 6,1 asistencias por encuentro. Después de seguir en esa dinámica durante la temporada 2018-19, Forcada fue coronado mejor base de la liga y se marchó en el verano a Roanne, club de JEEP Elite.
Convencido por el juego español, el entrenador de Gries Oberhoffen, Ludovic Pouillart, decide juntar al talentoso Zengotitabengoa con un conocido base de las ligas LEB: Josep Franch. El ex Euroliga Saúl Blanco, también pasado por la LEB Plata de mano del Círculo Gijón en la temporada 2018-19, completa este trio ibérico. Mucho espectáculo están dando esos tres esta temporada y siguen incrementando la buena reputación de los españoles por Francia.
A día de hoy sin embargo, solo hemos encontrado a un jugador hispánico en la NM1. Se trata del pívot Ousseynou Laye-Basse, que pertenece a la plantilla del Pont de Cheruy francés. Lleva en este equipo desde el 2014, y ha seguido la trayectoria del club desde la NM3, hasta la tercera categoría de la FFBB a la que accedió en el verano pasado.
Así, podríamos pensar que la calle que lleva desde la Península Ibérica hacia tierras de pan y vino es de sentido único, pero nos equivocaríamos. Algunos galos sí que han elegido, año tras año, mostrarse en España, y en particular en la LEB Plata. Podemos acordarnos de Kevin Franceschi, el escolta francés que fichó hace 2 temporadas en el Real Murcia CB Myrtia, del joven jugador del Barça B Quentin Goulmy o del nuevo refuerzo de Basket Navarra, Alex Doche. Sin embargo, es cierto que históricamente esa tendencia es mucho menor a la contraria y el número de jugadores españoles atraídos no solamente por la NM1 sino por las ligas profesionales francesas en general es bastante mayor que el del trayecto inverso, a excepción de la ACB.
DOS PAÍSES, DOS ESTILOS
Para un análisis completo, no se puede olvidar la faceta más importante del deporte que estamos tratando, así que vamos a tratar de adentrarnos en una comparación entre los estilos de juego en la LEB Plata y la NM1. Después de varios años disfrutando de muchos partidos de ambas competiciones, tanto por retransmisión como en vivo, cierto está que en esas dos categorías resaltan muchas diferencias.
En la tercera competición francesa, en cierta parte debido a su pasado colonial, hay un número importante de jugadores de origen africano, lo que se caracteriza por un juego muy físico, con mucha defensa individual y bastantes sistemas que favorecen las acciones de penetración a canasta. No es de extrañar ver muchos robos de balón seguidos de contrataques rápidos y mates en un típico partido de NM1, aunque tampoco es cuestión de generalizar y cada equipo tiene su estilo.
Por su parte, podemos decir que la liga plateada se caracteriza más bien por su juego pausado, su defensa en conjunto y sus sistemas para sus famosos tiradores. Allí tampoco estamos analizando todos los partidos de esta temporada, sino buscando similitudes compartidas por la mayoría de los participantes de la liga.
Se podría decir que debido al número de refuerzos extranjeros en cada equipo, los integrantes deben aprender a jugar en conjunto para permitir acciones cómodas hacia canasta o tiros liberados, cuando en muchos equipos de NM1 en caso de duda se suele jugar un aclarado para el jugador de refuerzo en una acción individual. Un elemento que corrobora esa hipótesis se puede encontrar en la liga de esta temporada 2019-20, con la incorporación de algunos jugadores provenientes de la ACB, la máxima liga española. Algunos pensarían en septiembre que esos jugones como Albert Sàbat o Alberto Corbacho destacarían a plena luz en la LEB Plata, liga por dos veces inferior a la ACB, y serían automáticamente candidatos al MVP de la temporada... pero no es el caso, o no tanto como hubiéramos podido imaginarlo. ¿Por qué? Creemos que se debe al factor que anunciamos anteriormente. El juego en la LEB Plata trata de favorecer al conjunto, más que al individual, se entiende victoria la del equipo, no la del jugador que con todo su mérito ha conseguido un doble-doble.
¿LIGAS DE FUTURO?
Para poner fin a este artículo, deberíamos orientarnos hacia el futuro, ya que es una parte indivisible del baloncesto de terceras divisiones como las que estamos mencionando hoy. Para muchos jugadores jóvenes tanto la LEB Plata como la NM1 son un paso en su carrera, una oportunidad para conseguir sus propósitos y lograr sus sueños en ligas de máximo nivel. Aquí, el sistema liguero de ambos países se divide completamente.
Francia cuenta con una liga “Espoirs” (U21) constituida por los equipos B de las grandes franquicias de JEEP Elite, mientras que los jóvenes españoles una vez alcanzada la edad senior tienen que hacer sus pruebas en alguno de los equipos administrados por la FEB, ya sea en EBA, LEB Plata o LEB Oro. Dos organizaciones que proponen al joven talento dos caminos un tanto diferentes. Por un lado de la frontera, el jugador podrá disfrutar de las instalaciones profesionales de alto nivel de un club de primera división y se desplazará por todo el país, jugando sus encuentros justo antes de los pros. Estará hasta los 21 años muy vinculado con su club y se podrá nutrir de todos sus recursos: entrenamientos, visibilidad, estadísticas oficiales, infraestructuras, médicos etc. Sin embargo, si sigue el recorrido habitual de los jóvenes franceses, estará hasta sus 21 años compartiendo cancha con otras promesas, ninguna de ellas profesionales.
Por otro lado de la frontera, pasada la edad junior, muchos jugadores se estrenan en liga EBA, algunos en LEB Plata, y un número reducido de ellos en LEB Oro. Desafortunadamente, el sistema de canteras para los jugadores senior no reúne a todos los equipos B de los clubes de ACB en una sola liga, sino que por mérito deportivo algunas se desempeñan en la segunda, otras en la tercera y otras en la cuarta liga española. Difícil hacerse hueco en una plantilla de 12, codo con codo con otras promesas llegadas de las cuatro esquinas del planeta, grandes de las ligas FEB y leyendas del baloncesto español y europeo. Más difícil aún enfrentarse a ellos en la cancha. Pero así se aprende, y los más talentosos aprovecharán la oportunidad de lanzarse por completo hacia el profesionalismo mientras que sus compañeros franceses seguirán compitiendo contra equipos de cantera.
Dos visiones del juego, dos maneras de entender y desarrollar el baloncesto. Esa es nuestra conclusión de ese resumido análisis entre la LEB Plata y su equivalente francés, la Nationale Masculine 1. Sin duda alguna, ambas son competiciones de mucho talento, que darán a hablar durante muchos años más, sacando jugadores de mucha proyección y pudiendo competir con primeras ligas de otros países. Que lo entiendan los que no están acostumbrados a ver partidos de LEB Plata o de NM1: tercera división no es sinónimo de tercer mundo. Esas ligas desbordan de talento, de ambición y de espectáculo.
(Artículo: Marion Keller)