Unión Financiera Baloncesto Oviedo 80 (27-15-17-21): Johan Löfberg (18), Miquel Salvó (17), Manu Rodríguez (6), Felipe Dos Anjos (6) y Agustí Sans (0) – cinco inicial – Mouhamed Barro (5), Carlos Martínez (0), Fabio Santana (7), Víctor Pérez (5), Paul Jesperson (3) y Eduardo Hernández-Sonseca (13).

San Pablo Inmobiliaria Burgos 77 (18-15-24-20): Brandon Brine (7), Mo Soluade (11), Javi Vega (19), Goran Huskic (13) y Álex López (12) – cinco inicial – Aegir Steinarsson (4), Mario Cabanas (0), Álex Barrera (3), Jorge García (4) y Edu Martínez (4).

Incidencias: Lleno total en el Polideportivo de Pumarín con 1.500 espectadores, entre ellos unos 150 aficionados burgaleses. Amplia presencia de autoridades y personalidades del mundo del baloncesto en el palco, entre ellas, el Presidente de la FEB, Jorge Garbajosa.

Árbitros: José Antonio Pagán, Javier Torres y Esperanza Mendoza. Buena actuación en un partido complicado por la gran igualdad y todo lo que había en juego. Señalizaron 27 faltas a los ovetenses por 26 a los visitantes. Eliminado por personales Manu Rodríguez.

ESTADÍSTICAS

Cuando una oportunidad llega, esta hay que cogerla por lo machos y no dejar que se escape. A veces, cuesta valorar lo que se ha conseguido hasta que transcurren unos días. No obstante, lo que ha logrado este equipo hubo que empezar a valorarlo hace mucho tiempo. Ayer el tren de la Copa Princesa pasó por Pumarín y el Unión Financiera Baloncesto Oviedo se subió en él.

Desde el minuto 1 los hombres de Carles Marco sabían que tenían que salir a comerse al San Pablo Inmobiliaria Burgos y así lo hicieron. Un primer cuarto impecable en todos los aspectos les dotó de una renta de 9 puntos.

Fue precisamente esa renta la base sobre la que el Unión Financiera Baloncesto Oviedo labraría su éxito. Nueve puntos son una brecha en partidos a 70 difícilmente salvable y desde la defensa Oviedo mantuvo el partido donde quiso. Johan Löfberg y Manu Rodriguez apuntalaron a Burgos desde el 6,75 y un inconmensurable Miquel Salvó parecía sentenciar el partido por momentos.

Lejos de amedrentarse al descanso, Burgos quiso erigirse protagonista de una remontada épica. Los castellanos fueron superiores en el tercer cuarto. su defensa trampa a tres cuartos de cancha incomodó mucho el ataque de Oviedo. Un inspirado Javi Vega devolvió el delirio a los más de 150 aficionados desplazados desde tierras burgalesas tras un triple que puso a los visitantes por primera vez por delante en el marcador.

Con una mínima ventaja tocaba encarar el final del partido. Hay que decir que la seguridad ofensiva que Burgos daba en cada ataque era abrumadora. Cada vez que uno golpeaba el otro contrarrestaba.

Fue entonces cuando un recuperado Felipe Santana logró una de esas canastas que marcan la diferencia. Triplazo del canario para meter de lleno a Pumarín en el partido. Si lo que hasta entonces había sucedido pudo provocar más de una taquicardia, el último minuto fue de infarto.

Con tan solo un punto de ventaja en el marcador Johan Löfberg marcó los pasos y la historia, canasta para irse de tres. El bajón moral en los visitantes quedó latente y tras un fallo garrafal en ataque, Víctor Pérez sentenció el partido desde la línea de tiros libres.

Pasarán los años, y este hito nunca quedará en el olvido. Qué bonito es poder decir: ¡SOMOS CAMPEONES DE COPA!

(Crónica: Diego González/Fotos: Hugo Álvarez/OCB)