BRICOMANÍA EN PUMARÍN
En pleno debate sobre la posible ampliación del municipal Luis Riera Posada, analizamos los principales problemas que han de ser subsanados en el municipal ovetense.
EL AFORO
Abarrotado. Es lo que a uno se le viene a la mente si piensa en las sensaciones que le ha transmitido el Polideportivo de Pumarín esta temporada. No es un secreto que el Oviedo Baloncesto crece a pasos agigantados año tras año. Lo que nadie esperaba es que, dos años después de su última reforma, Pumarín se volviese a quedar pequeño.
Tras la remodelación que sufrió el pabellón, se incrementó su capacidad en un 50%, es decir, paso de las 1.000 localidades que tenía, a ofrecer cerca de las 1.500. Quizás el problema de esa reforma fue el llevarla a cabo pensando en el corto plazo. Los nuevos fondos del municipal ovetense se han quedado pequeños y el Ayuntamiento de la capital del Principado de Asturias ya baraja una nueva ampliación.
Considero que volvería a ser un error pensar en el corto plazo. Si este equipo sigue dando los pasos de gigante que vienen siendo común en sus últimos años, la nueva reforma volverá a quedar obsoleta. La intención del club no es otra que la de derribar el talud que se encuentra tras los banquillos en Pumarín, algo que a corto plazo paliaría los problemas de aforo que sufre el Unión Financiera Baloncesto Oviedo. No obstante, si en un futuro se quiere aspirar a dar el salto a la Liga Endesa, el Ayuntamiento y el club han de pensar "a lo grande".
Hace unas semanas, leía en un conocido diario asturiano la opinión de un periodista que planteaba la opción de utilizar la Plaza de Toros como nuevo Pumarín. Una opción tan ilusionante como costosa. El proceso de adaptación necesario para llevar a cabo la obra resultaría demasiado costoso y dilataría mucho en el tiempo una necesidad real.
Una de las opciones que considero más ambiciosas pero a la vez realista es crecer hacia arriba. No digo mirando a la ACB, no. Me refiero al hecho de subir el techo en Pumarín. El único modo por el que el municipal ovetense sería viable en un largo plazo es de esta manera. El techo se encuentra anclado a los dos taludes que conforman el polideportivo y por ende, derribar el talud posterior a los banquillos, podría generar problemas estructurales. En cambio, crecer hacia el cielo haciendo más alto el techo del Luis Riera Posada permitiría, llegado el momento, aumentar la capacidad de los fondos.
A pesar de que la recientemente expuesta solución la considero la más viable, creo que el club optará por la creación de un anillo inferior. Derribar el talud situado junto a los edificios colindantes, creando una nueva tribuna y unir los fondos y la tribuna con más gradas supletorias. Esta opción no solo permitiría ganar al club cerca de 500 localidades sino, contar con un espacio delimitado para la afición visitante y de este modo evitar que en un momento dado las aficiones de uno y otro equipo se encuentren en la misma grada.
EL MARCADOR
Otra necesidad que creo se debe de solucionar cuando antes es la siguiente. En la parte central de los fondos, lugar donde se encuentran gran parte de los damnificados, no se ve el marcador. Desde luego es una situación indeseada todas las personas que se encuentran ubicadas en ese lugar, aún más si eres abonado.
Este inconveniente tiene, desde la perspectiva de un servidor, una sencilla solución. Existen marcadores de un minúsculo tamaño que se podrían poner detrás de las canastas y, de este modo, todas las personas alcanzarían a ver el resultado sin tener que inclinarse a derecha o a izquierda e intentar esquivar el reloj de posesión.
Dos “problemas” y algunas vías posibles para solucionarlos. La cuestión será ver si se llevan a cabo y, en ese caso, cuándo.
(Por Diego González)