Álex Rubiera (17-04-1998; Gijón) se ha convertido posiblemente en el jugador asturiano de espíritu más internacional. El base gijonés de 26 años y 1,90 metros, acaba de fichar por el UMF Snaefell, conjunto que la temporada recién finalizada militó en la segunda división islandesa. Además, el próximo ejercicio será todo un reto para Rubiera, que tomará las riendas del banquillo del equipo femenino, que esta campaña terminó noveno en la primera división. Curiosamente en el Sneafell femenino jugó este ejercicio la exterior eslovena Eva Rupnik, ex del ADBA y vieja conocida de la afición asturiana.

De esta forma, Álex Rubiera regresa al baloncesto islandés donde triunfó anteriormente al lograr el ascenso a Primera División con el Breidablik en la temporada 2020-21, para jugar el siguiente curso en las filas del Vestri.

Formado en las canteras del Grupo Covadonga y del Colegio Inmaculada y con una experiencia colegial estadounidense en Vernonia, Oregón, Rubiera explotó como jugador en la campaña 2017-18 con el Gijón Basket. Asimismo jugó en otros equipos asturianos como el Pozo Sotón BVM2012 y el Teslacard Círculo Gijón,

Otros de los clubes en los que ha actuado el exterior asturiano han sido el Aquimisa Carbajosa y el Helsingborgs sueco, conjunto con el que también logró el ascenso a la máxima categoría.

La pasada temporada Rubiera comenzó jugando en el KAOD Drama del tercer nivel del baloncesto griego, equivalente a LEB Plata, para fichar a finales de enero por el Hagen-Haspe de la Regionalliga alemana, equipo vinculado con el Phoenix Hagen de la Pro A. sus promedios con el Hagen-Haspe fueron de 14,4 puntos, 4,4 rebotes, 1.7 asistencias y 10.7 de valoración por encuentro.

(Noticia: F. Gayo)