SUEÑO CUMPLIDO (80-60)
El Unión Financiera logró el objetivo a lo grande y será el anfitrión de la Copa Princesa a finales de enero, recibiendo al San Pablo Inmobiliaria Burgos. Un Pumarín entregado lo festejó a lo grande.
Unión Financiera Baloncesto Oviedo 80 (21-15-21-23): Dani Pérez (10), Johan Löfberg (9), Miquel Salvó (11), Manu Rodríguez (16) y Felipe Dos Anjos (9) – cinco inicial – Mouhamed Barro (6), Carlos Martínez (0), Víctor Pérez (0), Paul Jesperson (3), Eduardo Hernández-Sonseca (9), Agustí Sans (4) y Alonso Meana (3).
FC Barcelona Lassa B 60 (21-9-14-16): Jordi Trias (12), Aleix Font (2), Atoumane Diagne (4), Rodions Kurucs (4) y Víctor Sada (3) – cinco inicial – Stefan Peno (14), Maxim Esteban (0), Pol Figueras (2), Álex Mazaira (2), Nedim Djedovic (9) y Wesley Sena (8).
Incidencias: Lleno total en el Polideportivo de Pumarín con la presencia de 1.400 espectadores. Alfred Julbe no dirigió al FC Barcelona Lassa B por encontrarse con el equipo junior.
Árbitros: Juan Alberto Pinela y Alberto Baena. Eliminados Johan Löfberg y Felipe Dos Anjos por los locales.
El Unión Financiera Baloncesto Oviedo pasó por encima del filial blaugrana y certificó su clasificación, en virtud de campeón, a la Copa Princesa. Un espectacular Dani Pérez, que rozó el doble-doble, puso en pie a un abarrotado Pumarín que volvió a llevar a los suyos a la victoria.
En uno de los peores días de Oviedo desde el 6,75, Jordi Trias decidió estar inspirado. El cuatro catalán se erigió dueño y señor de la zona así como del rebote ofensivo, llegando a sumar seis al descanso. Entre tanto los de Carles Marco hicieron lo que mejor se les da, correr y combinar.
Dani Pérez guío a un espeso Oviedo en la primera mitad que anotó a base de buenas transiciones y tiros desde la media distancia. Un irreconocible 1/9 en triples con el que cerraron la primera parte los locales, dejó el partido abierto para la segunda mitad.
El Luis Riera Posada vibró con un primer tiempo igualadísimo. Prueba de ello fue que la máxima ventaja de los locales en los primero minutos fueron 7 puntos (30-23), llegándose al descanso con un 36-30 en el marcador.
El segundo tiempo empezó con la novedad que marcaría el devenir del partido, Jordi Trias en el banquillo. El que fuera el mejor jugador del FC Barcelona Lassa B en la primera mitad, dormitó en el banquillo durante todo el tercer cuarto y los carbayones lograron aprovecharlo. La red del fondo norte de Pumarín volvió a regalar a los más de 1.400 espectadores, que presenciaron el partido desde la grada, ese nítido sonido que se produce cuando un esférico vuela desde más de 6,75 metros y entra. Los locales anotaron 8 de los 13 intentos desde el triple en la segunda mitad y se distanciaron hasta superar la psicológica barrera de los 10 puntos.
De todos los medios y maneras posibles intentaron los culés meterse en el partido, Stefan Peno se echó el equipo a la espalda para procurar la machada pero ni siquiera su gran segundo tiempo fue suficiente para violar la imbatibilidad del fortín de Pumarín.
Jaume Comas destacó en rueda de prensa la importancia que tiene sumar como local en esta categoría tan complicada y felicitó a Oviedo por su clasificación para la Copa Princesa. Por su parte, un incrédulo Carles Marco aún ironizaba sobre lo que estaba pasando. “Aun no me creo lo que estamos viviendo. Esto no era un objetivo, era una ilusión y la hemos cumplido. Esta semana ha sido muy dura, parecía que todo estaba hecho, el primero juega contra el último en su casa, pero te entran dudas. Distanciarse de Palencia o Burgos en dos partidos va a ser cojonudo”.
Con trabajo, esfuerzo y sacrificio, las oportunidades llegan, y precisamente esas oportunidades que solo se presentan una vez en la vida son las que hay que aprovechar y no soltar por nada del mundo. La de ayer, desde luego, fue única. Por primera vez un equipo asturiano disputará como organizador la Copa y lo ha hecho siendo uno de los equipos con menor presupuesto de la liga. El trabajo de Héctor Galán, verano tras verano, confeccionando una plantilla capaz de competir en LEB Oro ha dado sus frutos. Oviedo huele a baloncesto.
Por primera vez desde hace mucho tiempo un equipo de baloncesto copa las portadas de los diarios regionales, y eso a uno le llena de orgullo. Estamos hablando de un equipo que, en su día, rechazó ascender de categoría al no creerse preparado para dar el salto. Mientras todos les tachaban de locos, ellos hicieron lo que mejor se les da, trabajar. No solo ascendieron al año siguiente, sino que lo hicieron como mejor equipo de España de la categoría. Sí, amigos, esa es la historia del OCB, trabajo, esfuerzo y sacrificio.
(Crónica: Diego González/Fotos: Hugo Álvarez/OCB)