Un mismo deporte y una misma pasión pero, ¿en qué se diferencian el baloncesto olímpico del baloncesto paralímpico?

Allá por 1944 la Segunda Guerra mundial daba ya sus últimos coletazos y llegaba a su fin. Tras años de dura contienda, muchos soldados  cayeron en combate y otros tantos perdieron parte de su movilidad. Muchos de los soldados, desolados por sus lesiones, cayeron en depresión. Fue entonces cuando Ludwig Guttman tuvo la idea de adaptar a algunos deportes a la silla de ruedas a modo de terapia, todo un éxito.

Más de 60 años después, el baloncesto adaptado es uno de los deportes con más audiencia de los paralímpicos y particularmente popular en España, donde logramos una valiosa medalla de plata en los recientemente disputados JJOO de Río de Janeiro.

A pesar de las similitudes con su hermano mellizo, ambos tienen algunas diferencias que les hacen únicos.

Una de sus principales variantes se encuentra en que no siempre puedes disponer de los efectivos que te gustaría al mismo tiempo. A diferencia del baloncesto olímpico en que uno puede alinear a cualquier jugador indistintamente, en el baloncesto adaptado cada jugador posee una clasificación del 1 al 4,5 en función de su grado de minusvalía. El máximo que un equipo puede alinear en la cancha es de 14 puntos.

En la primera temporada de un jugador o por ser menos de 22 años, la FEDDF aplica una reducción en la valoración antes mencionada. De tal modo que si, por ejemplo, un jugador de 20 años posee una valía de 3, jugará toda la temporada con una de 2.

Algo que no deja de sorprender al aficionado en general es que las dimensiones de la cancha son idénticas respecto al baloncesto olímpico, al igual que la altura de la canasta, la distancia de la línea de tres puntos y la puntuación en sí.

Otra de las variantes que cabe destacar en esta modalidad es la de los pasos. Al igual que un jugador ha de botar tras dar dos pasos, en el baloncesto paralímpico se ha de botar tras dar dos empujones a la silla de ruedas, sino se señalará dicha infracción.

En España no hay liga femenina, por lo tanto y ante la demanda de muchas mujeres que querían practicar este deporte, la FEDDF habilitó la opción de que estas pudieran competir en equipos masculinos. A las mujeres que juegan en equipos masculinos, al igual que a los rookies o a los menores de 22 años, se les aplica una reducción.

En resumen y como han visto, dos modalidades y una misma pasión, el baloncesto. Este fin de semana supone una oportunidad única para disfrutar de la magia de este deporte en otra de sus variantes. Para más información acerca de los partidos, puedes consultar los horarios y las sedes en Asturbasket o en la web de la FEDDF.

(Artículo: Diego González)