LOS MOCHALES, UN CASO ÚNICO Y SINGULAR
Roberto y Pelayo, padre e hijo juegan ambos esta temporada en 1ª Nacional Masculina con el CD Art-Chivo Helios.
El deporte en general y el baloncesto en particular es una disciplina considerada familiar en el más estricto sentido de la palabra. Han sido muchísimos los hijos que han seguido los pasos de sus padres. En la NBA (los Curry, Hardaway, Bryant, Barry, Guokas…), en Europa (los Petrovic, Sabonis, Valters, Beugnot, Gallinari, Meneghin…), en España (los Llorente, Gasol, Luyk, Hernangómez, Martín, Creus, San Epifanio, Reyes, Sánchez, Martínez Arroyo, Sagi-Vela o Margall), son solo algunos de los casos de padres e hijos, incluso hermanos que han coincidido en la pista o que se han enfrentado entre ellos.
La más famosa de todas las coincidencias fue la de los Meneghin que lo hicieron cuando el gran Dino que jugaba en el Stefanel de Trieste se medía a su hijo Andrea que militaba en el histórico Varese. Dino Meneghin, uno de los más famosos pívots italianos de la historia que en alguna entrevista llegó a declarar que “mis mejores armas son la espalda y el culo”; no tuvo reparos en enseñarle a su hijo Andrea cual era su juego en la cancha, además de mostrarle otra arma más, y le propinó un buen codazo al chaval, para que supiese de que iba la película, en caso de pretender quitar protagonismo a su progenitor.
Pues bien, en Asturias, y concretamente en la familia Mochales tenemos uno de esos casos que llaman la atención por muchos y variados aspectos. El primero porque Roberto Mochales Álvarez (Llanes, 1965) sigue jugando a sus 56 años y lo hace nada más y nada menos que en 1ª Nacional en las filas del CD Art-Chivo Helios.
Hasta aquí nada anormal ya que en las últimas décadas se ha ido demostrando con datos fidedignos y concluyentes que los que han practicado deporte durante toda una vida, poseen una genética, la cual unida a una buena preparación y una cuidada alimentación, les permite alargar lo máximo su vida deportiva.
Roberto Mochales, empleado de banca, y con una larguísima vida deportiva que incluye a más de 15 equipos tiene dos hijos (Marina y Pelayo), y es precisamente Pelayo Mochales en su primera temporada como senior, quien coincide esta campaña en la cancha con su padre.
Roberto ha jugado en el Auseva, La Paz Torrelavega, Alfonso II, CAU Oviedo, La Nueva España, Castrillón, Vetusta, TMA Aislamientos, C.D. Marchica, C.B. Grado, Mieres Acesol, Colegio École, Centro Asturiano, C.B. Siero y Art-Chivo. Con una altura de 1,90 metros, Roberto siempre se ha defendido en las posiciones de ala-pívot o pívot.
Por su parte, Pelayo Mochales Salas nació el 13 de enero de 2003, mide 1,92 y juega como alero. Su currículum ya empieza a dejar claro que intentará llegar tanto o más lejos que su padre Roberto, habiendo pasado ya por el Centro Asturiano (benjamín y cadete), por el junior del OCB, y en la presente temporada en su primer año como senior en el Art-Chivo compartiendo entrenamiento, pista y banquillos con su progenitor Roberto.
Tras haber consultado hemerotecas, libros de baloncesto y fuentes de todo tipo, he encontrado cientos de hijos que han seguido los pasos de sus progenitores, y también el de la familia Hernangómez en la que sus cuatro miembros han sido profesionales (Wony, Guillermo, Willy y Juancho), pero este es un caso realmente singular en el que un padre y un hijo coinciden en la pista y con el mismo equipo, con una diferencia de 37 años.
Como declaraba recientemente Roberto Mochales, “se cumple un sueño para mí el de disputar una Liga Nacional con mi hijo Pelayo, quien juega su primer año como senior. De alguna manera, le paso el testigo”.
Un Roberto que tiene ese registro impresionante de clubes por los que ha pasado y que además se proclamó en la campaña 86/87 Campeón de España Universitario con la Facultad de Económicas al derrotar en la final a INEF de Madrid. También atesora un largo currículum como entrenador al pasar por el Colegio Santa María del Naranco, Club Espartal de Salinas, Club de Tenis Avilés, Candás, C.D. Marchica y Centro Asturiano de Oviedo.
Además en la familia Mochales también juega su hija Marina que ahora se encuentra en las filas del OCB en categoría cadete de primer año. Tanto Pelayo como Marina han sido seleccionados en varias ocasiones con la Selección Asturiana.
En la actualidad el Art-Chivo Helios, que disputa 1ª Nacional, se encuentra en la séptima posición de nueve equipos, con 3 victorias y 7 derrotas, en una competición que comanda el Grupo Covadonga, invicto en solitario.
Un Art-Chivo que seguirá peleando por alcanzar los puestos altos de la clasificación con dos miembros de los Mochales, una familia que respira baloncesto por los cuatro costados.
Enhorabuena a mi amigo Roberto por esa trayectoria tan impresionante y que ahora nos gustaría realzar y destacar, deseando de corazón que su hijo siga progresando en las canchas, para superar a su padre en cuanto a registros alcanzados. Tiempo tendrá de igualar el número de equipos en los que ha jugado el cabeza de familia. Larga vida baloncestística a los Mochales, un caso “rara avis” en nuestro deporte.
(Artículo: Cipri Fernández)
Nota: en las fotos interiores se pueden ver por un lago a Roberto y Pelayo Mochales con la camiseta del CD Art-Chivo Helios de 1ª Nacional. En otras de ellas, Roberto Mochales está acompañado por sus hijos Pelayo y Marina y en la última de ellas se puede a ver a Roberto Mochales en su faceta de entrenador.