HASBROUCK NO TIENE PIEDAD DEL ALIMERKA OVIEDO
Una suspensión del veterano exterior estadounidense decidió el encuentro entre el cuadro ovetense y el ICG Força Lleida. Los locales ofrecieron gran baloncesto en algunos tramos, pero cayeron víctima de viejos errores.
El Alimerka Oviedo Baloncesto vivió en la tarde del pasado domingo su particular día de la marmota. El equipo azul ofreció un gran juego a ratos, se fue en el marcador con una buena renta, pero a la hora de la verdad el equipo se quedó sin ideas y vio como la necesaria victoria se escapaba rumbo a Lleida con una canasta de Kenny Hasboruck a 15 centésimas, que dejó Pumarín helado.
El encuentro se disputó bajo el impacto y el dolor causado por el fallecimiento en accidente de tráfico de Juan Rodríguez, jugador del Infantl B del OCB. Como no podría ser de otro modo, la tristeza impregnaba ambiente del templo ocebista en los prolegómenos de un encuentro que quedó marcado por una tragedia que conmocionó al baloncesto asturiano.
El Lleida entró mejor en el encuentro, con un 6-12 de salida, que fue rápidamente contestado por el Alimerka con un parcial de 8-0. Dos triples de Mikel Sanz dieron paso al inicio del show de Hall Elisias con una primera entrega de tapones y mates. El partido tenía un ritmo endiablado, Horton sumaba un triple y Gerard Encuentra solicitaba tiempo muerto.
En esa pausa entró en pista Hugo López, para debutar con la elástica ocebista. El joven producto de la cantera del Estudiantes tuvo un debut prometedor aunque con unas cifras muy discretas, 1 punto y 3 rebotes en algo más de 12 minutos jugados. Su espíritu de lucha agradó en Pumarín, aunque parece que puede sufrir mucho ante interiores grandes.
La buena racha del Alimerka continuó con canastas de Cosialls y Duscak para que la ventaja se pusiera en 11 puntos (31-20). Pero en tan solo 3 minutos dicha renta se esfumó. El acierto de Matulionis y Hasbrouck puso el empate a 33 en el numerador. El ritmo tenía un ritmo muy alto, que iría perdiendo fuerza con el paso de los minutos. Dos tiros libres de Duscak dejaron las cosas muy igualadas a la espera de jugarse la segunda mitad (40-41).
El regreso a la pista por parte del Alimerka fue esplendoroso. Marc Martí lideró una nueva escapada local con un parcial de 13-0 que parecía que podía ser decisivo (60-46). Pero el Lleida supo recurrir a su veteranía y calidad para no irse del encuentro. De hecho, terminó el tercer periodo a 7 puntos tras una canasta de Jaume Lobo (61-54).
El canguelo comenzó a agarrotar al Alimerka, que por momentos tan solo encontró la figura de Martí como solución a sus males. Sin embargo, el Lleida, a falta de acierto en el perímetro, cargó su juego en el juego interior con Kuath y Krutwig como flotadores a los que agarrarse.
Un parcial de 0-8 dejaba al conjunto ilerdense a tiro de piedra y ahí sí que entraron las dudas. Tres triples fallados por parte ovetense en el mismo ataque (de hecho, se haría un 0/6 en el tiro de 3 puntos en el último cuarto). Martí y Kuath intercambiaban golpes como en un cuadrilátero… y esa sensación de duda, de pocas ideas en el Alimerka.
Sanz y Martí salieron al rescate para poner un 71-66 con poco menos de 4 minutos por delante. Pero entre que el Lleida no dejó de apretar las clavijas y varios errores propios difíciles de creer, se entró en el último minuto con un peligroso 71-71 tras canasta de Krutwig.
El ataque del OCB se nubló por completo, sin soluciones tácticas ante un adversario con el culo pelado. Hasbrouck puso al Lleida por delante con 18 segundos por jugar. Gerard Encuentra “lo tuvo claro: falta rápida y la última para nosotros”. Horton no falló desde la línea de personal, pero aún quedaban 14 segundos por delante, todo un mundo y el escenario ideal para que los visitantes asestaran un golpe letal. Hasbrouck amasó la última posesión, llegó hasta la bombilla, pareció perder la verticalidad, pero se elevó y la clavó a 15 centésimas para el final. Game over…
Marc Martí brilló por el OCB con 27 de valoración gracias a sus 23 puntos y 5 rebotes. Le secundaron Hall Elisias (13+7), Demetric Horton (12+7+5) y Mikel Sanz (11).
En el cuadro vencedor mencionar la labor de 5 jugadores: Cameron Krutwig (14+5), Kur Kuath (14), Kenny Hasbrouck (12), Osvaldas Matulionis (10) y Javi Vega (10).
(Crónica: F. Gayo)