J2/ EL OCB VIVE ARRANQUE DE LEB ORO DE ENSUEÑO CON UN METIDÍSIMO HAROLD FREY Y UN GRAN EQUIPO COMANDADO POR EL DE SIEMPRE, OLIVER ARTEAGA
Una vez más la capital del Principado es noticia al saber de la victoria del OCB ante el Juaristi ISB (79-73) en un partido donde pudieron encontrar los liderados por Natzo Lezkano el punto de resolución con un trabajo en equipo y figuras destacadas cuando más lo precisó.
Jornada 2 de LEB ORO y el Unicaja Banco Oviedo se reencontraba con su afición en el Fortín de Pumarín, y esta vez, lo hacía ante un aguerrido Juaristi ISB. Desde el arranque estaban: Kostecka, Frey, Kamba, McDonnell y Kabasele como quinteto titular de los ovetenses.
Destacó en el primer cuarto un partido muy igualado y complejo desde el interior de la pista, donde el equipo visitante entraba en el match, gananado 7-12, restando 4.22 para el final de este período. Poco después, Alonso Meana robaba un balón certero para Oliver Artega, que sin mucha complicación anotaba de manera magistral (9-14). No obstante, no estuvo nada contento Natxo Lezkano, al saber que su equipo no estaba del todo metido en el encuentro. Pidió tiempo muerto a 3.03 minutos del final del primer cuarto.
Tan sofocante fue el primer período del Juaristi con actuaciones destacadas de Cissoko, Savkov y Hevia, que brillaban en estos minutos, que este hecho generó un poco de angustia en el banquillo ocebista. Diez puntos arriba estuvo el cuadro vasco durante este tramo.
Pero comenzó bien el Unicaja con un gran cambio de ritmo de Martí, que nada más empezar nos dejaba un mate para el espectáculo y recibía el premio del público, con unos aplausos que retumbaban en el entorno. 17-25. Respondía Juaristi, con sendas arremetidas de Sidy Cissoko y un Menno Dijkstra que jugaba un buen partido. Cuando más lo necesito el OCB, a 4.52 minutos de finalizar este cuarto, pudo ver canasta Kamba con esos siete puntos anotados, una faena que daba vida. Con una antideportiva para Kabasele, un tiempo muerto en pista y la última pelota en juego para los locales, se vio a un conjunto ocebista mejor plantado con un 36-41.
DESCANSO:
El entretiempo permitía ver el homenaje que se le hacía a uno de los jugadores más histórico del combinado ovetense, Víctor Pérez (elástica número 9), quien recibió un cuadro con sus 8 temporadas jugadas en Pumarín, más un cristal diseñado para laurear su carrera en la capital del Principado.
Los aplausos y elogios no fueron ajenos a la celebración, donde se escuchó en repetidas ocasiones el "grande Víctor", por parte de una afición que venera a quien como Santo fue a la misa, cumplió milagros, cuando era parte de la iglesia del Fortín. Todos religiosos una vez más, con una gran entrada, en el regreso del público a la LEB Oro.
Tercer cuarto. Apenas circulaban los minutos, Oliver, Marc y Harald, de quien da para seguir hablando en este encuentro, igualan las cosas en un 43-43 de nerviosismo. Otrora de los destacados fue un Alexis Bartolomé, que aprovechó sus ocasiones, desde tiros de dos, hasta jugadas defendidas de cara a fijar la victoria en el departamento de estadísticas. Y hubo más porque tuvo tiempo para hacer un TRIPLAZO en el minuto 3.03, donde resurgía el OCB con ese 52-45 y se empezaba a creer y crear la victoria. Miedo dio lo que pudo hacer Hanzlik, Beñat Hevia, Rodrigo Seoane, entre otros, para paralizar el show de puntos en un 56-52.
A por el cuarto asalto. Iniciaba con un 60-55 con unos libres para Kaba que jugó para el equipo con su sacrificio y servicios de notorio recorrido. A partir de aquí hubo puntos y para favorecimiento del OCB, Harald, de partidazo, anotó un tiro libre, haciendo estallar las gradas de Pumarín con su característico vuelco hacia sus jugadores. Lo que si fue de inquietud, llegó en el minuto 03.10 con el Juaristi, yéndose uno arriba (66-67). Un poco después, tenía que salir Oliver Arteaga, que siempre se muestra tan regular y líder, por ver la quinta personal. Entraba en su lugar Kamba.
Pero el momento para los highlights llega en el 01.33, cuando Harald Frey aportaba desde dos facetas, defensiva-ofensiva, justo cuando las necesitó el Unicaja. El noruego anotó una canasta de dos a un minuto y algo más para el final, dejando una situación comprometida de 72-71, para las aspiraciones del equipo dirigido por Iñáki Jiménez. En ello, al ver senda motivación, tapó Kamba un ataque gestado por Hevia, triple posterior del propio Kamba y tuvo un par de tiros libres McDonnell, sin fallar ninguno. (77-73).
A eso se le sumó, para desgracia, la lesión de Kabasele, quien se iba al banquillo por una molestia en su tobillo derecho, a la espera de que se conozca la gravedad de esta lesión. Y lo último, el mago, majestuoso, ímpetu de super héroe en unos últimos segundos, nos referimos a Harold Frey, quien anotó dos más en ese 79-73 final, que sentenció el partido de manera agónica, regalando antes una asistencia, convirtiéndose en el verdugo de este encuentro.
Con parciales de 15-25, 21-16, 20-11 y 23-21, una vez más, se confirma el sabor dulce y buen ambiente que se vive en el Unicaja Banco Oviedo, que sigue su periplo y de qué manera.
(Crónica: Ronald Villarroel/Fotos: Santiago Briansó/OCB)